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Cúper pide a su columna vertebral más presión
El partido frente al Levante supondrá, tras la huelga que aplazó la primera jornada, el estreno del nuevo Racing 2011/12 en El Sardinero. El pesimismo que rodea al equipo sólo desaparecerá a golpe de victorias. Por el crédito del proyecto, y por el rival, se necesitan los tres puntos.
Héctor Cúper aprovechó la sesión del viernes, media hora larga de gimnasio y unos rondos de carácter más recreativo que otra cosa, para darles la teórica a los que considera que van a formar la columna vertebral del equipo: centrales, pivotes y delanteros. El argentino quiere formar un equipo, como han sido todos los suyos, incómodo, rocoso, sin espacios entre líneas y eso pasa, sobre todo porque la espina dorsal aguante firme.
Así, mientras Fantaguzzi entretenía a la mayoría con uno de esos rondos en los que los futbolistas parecen volver a la infancia por el alborozo con el que celebran casi cualquier cosa, el míster llamó a los tres defensas con los que cuenta ahora mismo: Álvaro, Osmar, previsiblemente titulares el domingo, y Bernardo. El 'cabezón' (tal era su apodo cuando jugaba de central en Ferrocarril Oeste) explicó claramente a sus centrales (escenificaba los movimientos sin balón de delanteros y defensas) que no quiere que los puntas rivales puedan darse la vuelta con el balón controlado. Los tres goles encajados en el último amistoso, en Pamplona, y los cuatro de Valencia aún escuecen.
Equilibrio.
Después tocó el momento de leer la cartilla a sus pivotes defensivos y llamó a capítulo a Diop, Adrián y Tziolis ('Edú', como él llama a Edu Bedia, siguió de rondos) y fue rotundo en exigirles organización interna en el puesto, relevos y equilibrio. Tiene miedo a las contras del Levante y a ellos les encomienda el papel principal a la hora de romperlas. El mensaje es que hay que ahogar los espacios al rival. No le gustó que en el minuto uno del partido de Mestalla un centrocampista estuviera solo, sin ningún pivote exigiéndole, en la frontal del área. Luego vino, claro, el fallo estrepitoso de Toño que regaló el gol.
Por último dio una clase particular a los dos puntas a los que se va a encomendar, Acosta y Stuani. Quiere que ayuden a tapar la salida de balón, pero sin agobios. Sabe que ninguno de ellos está al 100% físicamente y les necesita frescos cara al gol. Está convencido de que con ellos el Racing tiene una muy buena delantera, pero que habrá que esperarles un tiempo todavía.