Mel aún no lo entiende: "Mi hijo no iría al partido"

Ciudad Deportiva Luis del Sol (Sevilla): 12:00 horas. El termómetro marcaba ayer 33 grados. Dos horas más tarde se iba a los 39. La capital andaluza está viviendo algunas las jornadas más tórridas del verano y mañana a la misma hora y a sólo 300 metros del lugar, los jugadores del Betis y el Mallorca deberán jugarse los tres puntos bajo estas condiciones. Entre los dirigentes hay una gran preocupación por lo que pueda ocurrir a los jugadores y a su afición. "Cuando ocurra algo diremos que fue una desgracia y no será así porque es totalmente evitable. Si tuviera un hijo con el abono del Betis no lo llevaría a ver el partido", afirma un resignado Mel.

Lo cierto es que el técnico bético, una vez más, no tuvo pelos en la lengua. "Este horario viene impuesto por las televisiones. Es completamente incoherente. Jugar en Sevilla en septiembre a esta hora no se le ocurre a nadie. Al que se le ha ocurrido lo ponía de traje en el césped a la hora del encuentro", explicó el madrileño, que ya no volverá a poner excusas: "Tenemos que jugar y ganar tanto así como si fuera sobre hielo. A ver si Serra Ferrer tiene razón y nos convertimos en el equipo revelación".

Los béticos lo tienen claro y acudirán en masa al campo

Lo que está claro es que la afición verdiblanca no le va a hacer caso a su entrenador porque están ansiosos por ver el debut del conjunto heliopolitano en Primera. Un claro ejemplo fue la sesión preparatoria de ayer en la Ciudad Deportiva Luis del Sol. Más de medio millar de béticos vieron las evoluciones de sus jugadores a los que aplaudieron a menudo en diversos momentos del entrenamiento.