Liga BBVA | Betis
Molina y Rubén prometen goles también en Primera
La llegada de Santa Cruz no arredra a la pareja de delanteros más prolífica en una campaña bética, 54 tantos firmaron Rubén y Molina entre Liga y Copa. Los dos puntas dejan claro que no se lo pondrán fácil al paraguayo.
Nunca una pareja de delanteros béticos se acercó a los 54 tantos que entre Liga y Copa lograron Rubén Castro y Jorge Molina la campaña pasada, fundamentales para que el Betis ascendiese y llegara a cuartos en Copa. Se fue Emaná, más complemento que competencia, pero ha llegado Santa Cruz, un bombardero que les disputará el puesto en Primera. Ellos no se arrugan: "No me preocupa. El entrenador quiere que compitamos al máximo", dice Rubén, que a priori sigue partiendo de titular. Molina lo tiene menos claro, pero se lo toma con optimismo: "Mel decide... Lo importante es que hay jugadores para hacer muchos goles".
Después de una década moviéndose entre Primera y Segunda y tras entrar en la treintena, a Rubén se le presenta de nuevo la ocasión de golear en la máxima categoría. Ya lo hizo en la primera jornada, ante el Granada: "Estoy bien físicamente, como si tuviera 24 años. Quiero demostrar que soy un delantero de Primera".
Molina aún tiene 29, pero su ascenso a la élite ha sido lento como el discurrir de un ciempiés. Por fin le llega al alcoyano el momento soñado: "El llegar con 29 años hace que lo valores más aún. Al final, los goles son lo mismo en todas las categorías. La portería mide igual y el año pasado ya marqué en Copa un gol al Getafe y otros dos al Barça". Un aviso a Santa Cruz, que deberá ganarse el puesto.
Decididos a seguir en el Betis
Durante buena parte del verano hubo cantos de sirena para los dos delanteros verdiblancos, sobre todo en el caso de Molina, a quien se le relacionó con el Zenit ruso... Pero ninguno de ellos pensó siquiera en marcharse del Betis. Jorge: "Los béticos, por Twitter y por mensajes, me pedían que me quedara. Me decían que dónde iba a estar mejor que aquí. Y yo repito que me encuentro muy bien". "Llevaba tres años en Segunda y ya era hora de estar a gusto en un equipo, porque no estaba dos años seguidos desde hace mucho tiempo. Eso puede ser la clave para triunfar", le secunda Rubén Castro.