Rossi amenaza la resaca

Vuelve la Liga al Camp Nou en un ambiente de euforia después de que el equipo barcelonista haya sumado en el mes y medio que lleva entrenándose dos trofeos. Pero el ambiente de resaca tras la última final ganada se ve amenazado por tres circunstancias.

Primero por la visita de un equipo que habitualmente es de los pocos que acostumbra a poner en problemas al Barcelona en su campo. Segundo, porque quien lidera la excelente delantera de los de La Plana es Rossi, jugador que durante este verano estuvo muy cerca de fichar por el Barcelona. Para él, el partido de esta noche tiene una motivación especial.

Por último, Guardiola deberá improvisar una defensa para sacar adelante este partido. El técnico catalán no podrá contar ni con Alves, sancionado porque vio la quinta amarilla en el último partido de la pasada temporada, ni con Maxwell, Piqué, Puyol ni Adriano, lesionados los cuatro.

Así pues, a Guardiola no le quedará otra que colocar de lateral derecho a un jugador del filial, Jonathan dos Santos o Montoya; dar finalmente una oportunidad a Fontàs como central junto a Mascherano y asegurar el lateral izquierdo con Abidal.

En forma.

Los encuentros entre el Barça y Villarreal acostumbran a ser muy atractivos y el de esta noche promete. Ambos equipos, en sus compromisos oficiales disputados hasta el momento, han demostrado que mantienen intacta su capacidad competitiva. Los blaugrana han superado sus carencias de entrenamiento para derrotar a Madrid y Oporto y los del Submarino amarillo lograron superar el tropiezo en Odense en la ida de la previa de la Champions League con contundencia liderados por un Rossi estelar.

Dejando a un lado las bajas en defensa, Guardiola, de medio campo hacia adelante, podrá alienar a su mejor equipo y tanto Alexis como Fàbregas tiene números para salir desde el principio. La mejor defensa, a la vista de las circunstancias, será la posesión de la pelota.

El Villarreal llegó a Barcelona dispuesto a aguar la fiesta

El Villarreal llegó a su hotel de concentración en la capital catalana anoche mientras Guardiola daba su rueda de prensa tras la sesión de entrenamiento de ayer. El equipo de Garrido llegó a Barcelona en autocar dispuesto a aguar la fiesta que el Barcelona hará previa al partido en la que los jugadores del equipo ofrecerán a la afición la Supercopa de Europa ganada el pasado viernes en el Estadio Louis II de Mónaco ante el Oporto. Para evitar distracciones, la Supercopa española contra el Madrid no saldrá al césped del Camp Nou.