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Liga BBVA | Mallorca 1 - Espanyol 0

De Guzmán y un mal pie

Triunfo del Mallorca en un duelo abocado al empate

<b>EN EL AIRE. </b>Albín se eleva acrobáticamente para tocar un balón. Ayer, el choque no tuvo demasiadas acrobacias y lo ganó el Mallorca.
EN EL AIRE. Albín se eleva acrobáticamente para tocar un balón. Ayer, el choque no tuvo demasiadas acrobacias y lo ganó el Mallorca.miquel borràs

Si Mallorca y Espanyol repitiesen el partido diez veces, en nueve de ellas el resultado sería empate. Pero siempre hay una excepción, como ocurrió ayer en el desangelado Iberostar. La balanza la decantaron los recursos, porque, dentro de la igualdad, hay pequeños matices que demostraron que el conjunto local llegaba mejor preparado al estreno y tiene más argumentos que los pericos para afrontar la temporada a día de hoy. Quizás en las 72 horas que quedan para el cierre del mercado cambien las impresiones.

Los recursos del Mallorca se identifican en ataque, donde reúne una serie de jugadores con movilidad, verticales y con distintas virtudes. Así se explica, por ejemplo, el gol de la victoria. De Guzmán, onmipresente, remató desde fuera del área y su suave lanzamiento lo desvió el tobillo derecho de Baena. El tanto lo precedió una combinación eléctrica, y ya se sabe que los goles se pueden cocinar o comerse crudos: no hace falta entrar hasta el área pequeña para saborearlos.

El Mallorca fue a por el partido desde el primer momento y al Espanyol le costó amoldarse. Cristian intervino en tres ocasiones en los primeros diez minutos. Sólo de las botas de Verdú manaba el talento y se descubrían los espacios. Pero el Espanyol estuvo más preocupado de construir la casa que de amueblarla, y Álvaro, muy solo en la punta de ataque, se daba un hartón de lanzar desmarques y de pelearse con Ramis y Chico. No toda su pelea fue en vano, pues el delantero tuvo tres remates a lo largo del partido que estuvieron a un tris de ser gol.

A partir del minuto 20', los blanquiazules tranqulizaron a su rival con su juego de posesión. Faltó profundidad por las bandas. Rui Fonte y Luis García apostaban por el juego interior y las apariciones de Javi López y Dídac eran intermitentes. En una de ellas, a Álvaro le faltaron centímetros para marcar el primero.

En la segunda mitad, el partido fue más abierto. El Espanyol tuvo más el balón pero lo utilizó como arma defensiva que ofensiva, y la mayoría de toques se intercambian en la zona de gestación, allí donde los equipos tienen más a perder que a ganar.

Pochettino intentó mover el banquillo, pero el conjunto perico no mejoró con la entrada de Albín, Thievy y Sergio. El Mallorca no estaba tampoco para más esfuerzos y se limitó a contener, dejar pasar el tiempo e intentar sentenciar en algún contraataque, circunstancia que pudo alcanzar Víctor en dos ocasiones.

El primer partido del curso deja un resultado sintomático. Las realidades de Mallorca y Espanyol están próximas. No obstante, ayer decidieron los detalles y, en ese submundo, el equipo local se llevó los tres puntos. Una señal para la reflexión.