"Recibí amenazas de muerte por montar la huelga de 1979"

¿Cómo se fundó la AFE?

Juanito Gómez y yo empezamos a hablar de la AFE por primera vez un viernes de otoño de 1977 en la discoteca Cerebro. Llevaba tiempo sin ver a Juanito. Habíamos jugado juntos en el Atlético de Madrid y éramos íntimo amigos. Juan me dijo: 'Pulpo, cómo está el fútbol, la gente de abajo no cobra, el tema fiscal es un desastre, el derecho de retención es inadmisible'. Y le dije a Juanito: "Franco ha muerto hace dos años y es hora de montar un sindicato de futbolistas, que los jugadores se unan". ¡Y lo hicimos!

¿Cuál fueron los primeros pasos para la creación del sindicato?

Hablamos con Ratón Ayala, el jugador del Atlético, porque en Argentina ya funcionaba Argentinos Agremiados, un sindicato fortísimo de jugadores. Ayala me mandó los estatutos. Juanito y Leal me montaron una reunión con la selección española que estaba concentrada en el hotel Alameda.

¿Cómo se suma José Luis Carceller?

Necesitábamos un abogado y era mi compañero y le planteé que nos ayudara a montar el sindicato. Al principio era muy reacio, pero se vino conmigo a reunirse con los internacionales y salió entusiasmado y se implicó en la creación de la AFE.

¿El siguiente paso?

Mandamos una carta a todos los futbolistas españoles y en noviembre de 1977 se montó la primera asamblea en el hotel Meliá Castilla a la que asistieron doscientos setenta jugadores. De esa asamblea surgió la primera junta directiva presidida por Quino, un jugador contestatario que había peleado por suprimir el derecho de retención cuando jugaba en el Betis.

¿Cómo fueron los inicios del sindicato de jugadores?

Hubo dos momentos claves: la primera huelga de 1979. Si se llega a romper esa huelga y no triunfa, el sindicato no habría continuado. Y otra de las claves fue no pedir ni una peseta a los futbolistas. El dinero para montar el sindicato lo pusimos Carceller y yo, los seis o siete meses que tardamos en montar la AFE nos costó más de un millón de pesetas de aquella época.

¿Por qué convocaron la huelga?

La Federación nos estaba tomando el pelo cada dos por tres. Mi amigo Porta, cuando convocamos la huelga, movilizó junto a los clubes a todos los jugadores, montaron todos los viajes y mandaron árbitros y prepararon todo para jugar. La clave estaba en que no se jugaran los dos partidos de Segunda del sábado.

¿Hubo muchas presiones para que se jugara?

A mí me amenazaron de muerte. Me llamaban a mi casa y me decían que como hiciéramos huelga me iban a matar. Fueron días muy tensos. Implicaba a mucha gente y el fútbol ya movía mucho dinero por aquel entonces.

¿Por qué triunfó aquella primera huelga de 1979?

El sábado se jugaba un Castilla-Sabadell en el Bernabéu y un Tenerife-Bilbao Athletic. Nuestros abogados desaparecen del mapa porque había mucha tensión. Y yo, como coordinador de la AFE, no podía dejar a los jugadores solos, que estaban siendo muy presionados por los directivos para que jugaran. Entonces, hablé con un jugador del Madrid y me metió en el maletero de su coche a la Ciudad Deportiva donde estaba concentrado el Castilla para comer, cuando Benito Castañeda y Samper, directivos del Madrid, me ven llegar se indignaron diciendo que qué hacía allí, que cómo había entrado.

¿Aguantaron la presión los jugadores?

Sí. Manolo Castro era el capitán del Castilla y me decía que estuviera tranquilo que no iban a jugar. Llamamos a un notario que levantó acta jugador por jugador diciendo que no iba a jugar. El Madrid llevó a los jugadores al Bernabéu, pero ya habían dicho que no jugaban. Yo me fui al hotel del Sabadell y sus jugadores me dijeron que no iban a jugar. Llegamos al Bernabéu y no se jugó el partido. Si se llega a jugar aquel partido no habría triunfado la huelga

¿Y el Tenerife-Bilbao Ath.?

Llamé a Gerardo González Movilla que era el delegado de AFE en Canarias, le comuniqué que no se jugaba en el Bernabéu y allí también hicieron huelga. Y ya no se jugó ningún partido. El domingo sí aparecieron los abogados y estuvimos en la Ser con García, desde las dos de la tarde hasta las dos de la madrugada, en el Carrusel. Conectaba con los partidos y en todos decían: "¡Suspendido!"

¿Y consiguieron sus reivindicaciones?

La Federación nos empezó a tomar en serio. Nos ayudaron varias personas mucho: Antonio Vázquez, que era el director de formación de UCD nos echó una mano. También Saporta y el ministro de Cultura Íñigo Cavero. Conseguimos tener seguridad social, que fiscalmente nos consideraran una renta irregular como los artistas, los toreros y los mineros. La UCD lo iba a votar, pero se tardó en aprobar porque Cabrera Bazán nos reunió con Enrique Barón y el PSOE al principio no apoyó a los futbolistas. Pero se avanzó muchísimo gracias a esa huelga.

¿Había motivos para convocar la huelga que han hecho los jugadores ahora?

Yo como creador de la AFE junto a Juanito siempre estoy al lado del sindicato. Siempre les apoyo. Pero antes y ahora me fastidia que haya gente que se aproveche del sindicato. Por ejemplo Cabrera Bazán se aprovechó del sindicato para ser senador. En los carteles de la campaña electoral ponía que era asesor jurídico de los futbolistas y Juanito la montó en una reunión porque no quería que la AFE fuera utilizada políticamente.

¿Ahora cree que se están aprovechando?

Los que están ahora como directivos lo han pasado mal en el Levante y en el Alicante. Me han llegado noticias, que en el mundo del fútbol te llega todo, que como jugadores pudieron hacer cosas irregulares. Se dice que pudieron estar implicados en venta de partidos y que luego de presidente diga que no sabe lo que es el dinero negro, pues extraña. También pasaba en nuestra época, también había venta de partidos.

¿Está de acuerdo con la huelga?

Lo importante es que ahora la AFE tiene dinero, y cuando vas a negociar con alguien con el bolsillo lleno, negocias mejor, con más fuerza. En nuestra época negociábamos con una mano delante y otra detrás. No había pasta y teníamos que ir a la huelga. Ahora hay dinero y cuentan con más apoyo. Entonces Porta tiraba de la cuerda al máximo para cargarse al sindicato y tuvimos que montar dos huelgas más.

Y en todos estos años la AFE ha conseguido muchas cosas para los futbolistas.

Las ventajas logradas son muchas. La llegada de Villar a la presidencia de la Federación fue muy importante para el desarrollo del sindicato. Había sido vicepresidente de AFE y ayudó mucho al sindicato desde la Federación, dándonos el partido de la AFE nos echó una mano importante.

¿Los dirigentes de la AFE deben tener sueldos?

Yo dejé mi trabajo y me fui a trabajar a AFE de coordinador ganando la mitad porque era un proyecto apasionante. Tiene que cobrar el presidente y algún vocal, si tienen dedicación exclusiva. Pero para ponerse sueldos tienen que cambiar los estatutos, hacerlo contra los estatutos, como lo han hecho, no es legal.

¿Cree que ha sido un éxito la huelga?

Se debería haber pactado antes de llegar a la huelga. No empezar la Liga ha sido un follón para clubes y futbolistas y para las televisiones que son las que ponen el dinero. Han buscado una solución rápida porque se les iba de las manos y había que jugar. Aún queda mucho por hacer, queda acordar y elaborar el nuevo Convenio...