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Liga BBVA | Granada 0-Betis 1

Rubén amarga la fiesta local

El canario también marca en Primera. El Granada, muy gris, pagó la novatada. Y necesita fichajes con urgencia. Vadillo debutó con sólo 16 años

Rubén amarga la fiesta local

Levantó los brazos Pepe Mel rápidamente con el gol de Rubén Castro y echó la memoria pocos meses atrás. Su Betis, ese que había deslumbrado en Segunda, podía dormir muy tranquilo en su vuelta a Primera. Tres puntos y una lección clara: da igual la categoría si tu apuesta es el fútbol de toque. Aún le falta un delantero (ya está Santa Cruz y se espera otro) y algún retoquillo más, pero por ahora el beticismo está feliz. Todo lo contrario que el Granada, al que Rubén Castro amargó su fiesta particular. 35 años después (casi 13.000 días de travesía por el desierto) se veía en Primera y 35 años se dio cuenta de que su estancia, si no hay pronto fichajes, será complicada. Fabri lo sabe y por eso se desesperó tanto en un palco. Pina tiene ahora la llave. Lo que no le va a faltar es apoyo, porque toda la ciudad de Granada está unida con su equipo. Ese ya es un paso para no sufrir tanto.

El Betis también sufrirá, como todos los recién ascendidos, pero apunta buenas cosas. Por ejemplo que la defensa es más segura de lo que se pensaba. Mario y Chica dan fuerza y experiencia, y Dorado y Nacho siguen como en Segunda. Sólo falta verles ante un rival de campanillas para demostrar si lo de ayer en Granada fue sólo un espejismo. Y tiene desborde por las bandas, con un rapidísimo Jefferson Montero al que se le espera con muchas ganas por Heliópolis. Ayer, el ecuatoriano volvió loco a otro esprinter como Nyom y encaró como pocos lo suelen hacer. Si todo le va bien, será importante en el Betis. Y bien podría fijarse en él Dani Benítez, que no cumplió como se esperaba. El extremo rojiblanco pasó desapercibido (muy bien marcado por Chica) y apenas pudo demostrar su calidad. Necesita mejorar, pero tiene tiempo. Sólo acaba de llegar a Primera.

Un sueño.

El partido también pasará a la historia por el debut de un joven que apunta a crack. Álvaro Vadillo, un chaval de 16 años (cumplirá 17 el próximo 12 de septiembre) con maneras de Joaquín y Cristiano Ronaldo, se convirtió anoche en Los Cármenes en el jugador del Betis más joven en debutar en Primera. Ya le puede dar las gracias el de Puerto Real a Pepe Mel, que se atrevió a darle la alternativa desde el inicio y que ha vuelto a demostrar su confianza en la cantera. El técnico del Betis se fía de todos sus jugadores le da igual cómo se llamen; si uno vale, jugará seguro. Anoche también repitió en el once otro canterano, Beñat, muy cómodo en el 4-3-3 y dueño de la medular.

Fabri también se fía mucho de sus jugadores, pero tiene claro que el Granada aún está en construcción. Le faltan semanas de trabajo y varias caras nuevas. Con Álex Geijo lesionado, sólo tiene a Ighalo como punta y no le vendría mal un delantero de garantías antes del 31 de agosto. Pina ya tiene la maquinaria puesta para satisfacer a su entrenador, porque el actual Granada, a falta de varios fichajes, va a sudar mucho para mantenerse en Primera, como la mayoría de equipos. Mientras llega la ofensiva final, tiene fuerza en la medular y velocidad por las bandas como en Segunda, aunque a Martins habría que avisarle de su excesivo ímpetu en algunas acciones. Ayer tuvo el beneplácito de Pérez Lasa, poco generoso con el Betis, ya que bien pudo pitar un penalti a Salva Sevilla cometido por Lucena y se lavó las manos con algunas entradas del Granada.

Pero el Betis, a pesar de todo, acabó contento. Y vuelve a Sevilla por la A-92 como unas castañuelas, con tres puntos en el zurrón. Un debut soñado ante un rival de su mismo Liga. O eso parece de momento. Porque Mel, que considera al Betis parte de su familia, no quiere euforias. Son sólo tres puntos, los suficientes para respirar tranquilo 15 días y a la espera de cerrar una plantilla que sabe a lo que juega. El Granada también respira con el parón liguero, porque le vendrá bien para cargar las pilas y darse cuenta de que ya están en Primera. Ayer pagó la novatada en una fiesta donde los más felices fueron Rubén Castro y Vadillo.

Gran ambiente durante toda la noche

El partido de anoche sirvió también para demostrar que Granada está con su equipo y que no le dejará solo en su vuelta a Primera. Muchos aficionados esperaron a los jugadores en la llegada del autobús al estadio. Tampoco faltaron los béticos en Los Cármenes. Pero al final no se llenó.