Europa League | Guimaraes - Atlético de Madrid
El Atleti roza el final feliz
Defiende un 2-0 para cerrar con éxito un verano difícil.
A los futbolistas del Atleti que estuvieron desde el principio, los soldados que llevan semanas esperando que lleguen los oficiales mientras les toca a ellos defender el fuerte, sólo les queda un partido, el de hoy en Guimaraes, para haber salvado un verano complicado con nota alta. Si cierra sin sobresaltos su pase a la fase de grupos de la Europa League, se sumarán las nuevas estrellas y el equipo rojiblanco afrontará la temporada sin rasguño alguno. Buen trabajo.
El último episodio del serial Forlán, con el uruguayo quedándose en Madrid en el último momento, no afectará a los de Manzano, que han encontrado en la conexión entre Reyes y Adrián la solución a todos sus problemas estivales. Mientras Falcao, Arda y compañía no demuestren lo contrario (y les va a costar) el utrerano es el líder de este equipo. Por su parte, el asturiano ha pasado, en cosa de un mes, de fichaje criticado a recurso importante a base de fabricar goles para otros.
Con el 2-0 de la ida, Elías mediante, los ánimos del Vitoria de Guimaraes parecen escasos. Pese a otro de esos vídeos entre épicos y tópicos llamando a la afi ción a llenar el estadio en pos de la remontada, el Afonso Henriques no se acercará al lleno. Así que, descartado el ambiente, a los portugueses sólo les queda recurrir a argumentos futbolísticos y ya demostraron en el Manzanares que de esos andan justitos. A la desesperada, recuperarán a Edgar, su máximo goleador, que no jugó en Madrid pues está a punto de dejar el equipo.
El descarte. En el Atleti, la única variación respecto a la ida será el acompañante de Perea en el centro de la defensa, ya que Domínguez cumple sanción. Si Manzano decide que Godín aún no está a tope, Miranda competirá con Salvio en el césped por demostrar cuál de los dos es el extracomunitario que merece quedarse. Tras la inesperada resurrección de Elías hace una semana y la llegada de Falcao, un mal partido de cualquiera de los dos podría convertirse en su sentencia.
Si Gabi y Tiago controlan el juego como en la ida, el Atlético sólo debería preocuparse del balón parado, donde la ausencia de Domínguez es importante. Pero si todo transcurre como debe, estos jugadores habrán demostrado su solvencia trabajando en un ambiente complicado, sentando las bases del 4-3-3 y demostrando que la plantilla es más profunda que en años anteriores. 90 minutos más y misión cumplida.