Liga BBVA | Sporting
Nacho Cases quiere evitar el pase por el quirófano
El gijonés arrastra una pubalgia desde la pasada temporada.
Nacho Cases quiere evitar el quirófano para solucionar la lesión de pubalgia que le tiene fuera del equipo desde hace tres semanas. El jugador gijonés expuso que "es mejor utilizar otras técnicas" y el médico Gonzalo Revuelta puntualizó que "en una operación, ni pensamos", si bien expuso que "en medicina no se puede utilizar las palabras nunca y siempre".
Cases, que arrastra una lesión de pubis desde la pasada campaña, empezó la pretemporada con molestias, hasta que "tuve que parar, porque el dolor me impedía seguir". El centrocampista gijonés subrayó que "si llega a ser soportable, no hubiera parado" y se encuentra afectado porque "veo que no puedo y no se sabe cuánto tiempo voy a tener que estar así". Asimismo, tiene asumido que "al ser una pubalgia en la zona más alta, parece que es más complicada".
Pieza importante.
El jugador rojiblanco fue uno de los principales revulsivos de Preciado en la reacción del Sporting en la segunda vuelta de la pasada campaña, pero ahora sólo pudo jugar un tiempo en cada uno de los tres primeros partidos amistosos de preparación. Debido a su ausencia en las primeras jornadas, el entrenador rojiblanco tendrá que buscar otras alternativas. Para el puesto cuenta con el canterano Sergio, cuyas características para su función pueden ser parecidas, así como las de André Castro y Ricardo, además de los veteranos Rivera y Eguren.
El médico no marca plazos, por temor a recaídas
Nacho Cases es sometido a un tratamiento específico con el recuperador Lorenzo del Pozo, pero el médico Gonzalo Revuelta señaló que "no se sabe cuánto tiempo estará así". Asimismo, indicó que se trata de "un dolor localizado, al que aplicamos un tratamiento conservador, pero sin urgencias". El facultativo rojiblanco prefiere "no marcarnos plazos", ya que uno de los aspectos que más le preocupa a Revuelta es que "por apresurarse, pueda producirse una recaída". En cuanto a la recuperación, una vez que supere las fases de dolor más agudas, la puesta a punto sería rápida, debido a su físico y al trabajo adicional que hace. Cases mantuvo varias conversaciones con Preciado, casi a diario, aunque asume que "tengo que sufrir y tener paciencia". La primera fase de su tratamiento dependerá de cómo evolucione, pero, aunque los médicos no fijen plazos, podría tardar entre dos y cuatro semanas.