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Italia: "Se firma el convenio o no se juega el fin semana"

Los jugadores de la Liga italiana ratifican que la Liga no comenzará si no se firma el nuevo convenio, se eliminan la medidas antimobbing y se pacta el pago del impuesto de solidaridad.

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La Liga italiana corre el mismo peligro que la española. Representantes de los jugadores de los veinte equipos de la Serie A se reunieron esta mañana en un hotel próximo a la Estación Central de Milán y ratificaron su postura. Damiano Tommasi, ex jugador de Roma y Levante y presidente del sindicato, dijo: "Si no se firma el convenio, no habrá fútbol ni el sábado ni el domingo". La Liga italiana tiene fijado su comienzo para el próximo fin de semana.

Tommasi también habló de la controvertida cuestión del impuesto de la solidaridad, que gravará a las rentas superiores a los 90.000 euros anuales y sobre el que hay discrepancias en cuanto a si han de pagarlo los clubes o los futbolistas: "Como contribuyentes comunes, los jugadores pagarán el tributo de la solidaridad. Se ha montado un escándalo instrumental con esto por parte de la Liga cuando yo nunca he oído a ningún jugador decir que no desea pagar esta contribución. Nosotros, los jugadores, siempre hemos pagado los impuestos en el tiempo y en la forma prescritos por la ley".

Hasta ahora, el convenio colectivo permitía que, en la mayoría de los casos, los acuerdos firmados con los jugadores estipulasen las cifras netas de retribución de los futbolistas, dejando a cargo de los clubes el pago de los impuestos.

En el nuevo convenio, los clubes habían pedido que se eliminara la posibilidad de estipular la retribución en neto, con lo que si la presión fiscal del país cambiaba, como es el caso, eran los jugadores quienes debían asumir el coste.

Respecto al paro, Tommasi comentó: "Después de un año de negociaciones, nuestra postura no puede ser considerada una amenaza". "Si hay otros motivos, tienen que ser explicados", añadió "Sobre esta cuestión estamos viendo señales positivas", reconoció Tommasi.

Giancarlo Abete, presidente de la Federación, podría actuar de mediador en un conflicto que obedece principalmente a la exigencia de los futbolistas de una normativa anti-mobbing. "Con todos los problemas que el país está padeciendo, estoy un poco avergonzado de mi ciudadanía", declaró Abete. "Con el país atravesando tantos problemas, este artículo no merece demasiada atención. Un poco de buen juicio permitirá una interpretación más clara del artículo 7 del acuerdo colectivo", agregó.

Abete insinuó la posibilidad de que los futbolistas buscaran algo más con el conflicto. "Si el contrato no se firma por la interpretación del artículo 7, significa que hay algo más en juego", señaló.