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SUPERCOPA | VUELTA | BARCELONA - REAL MADRID

Se busca proeza ante un Barça reforzado

El césped será de estreno y Cesc podría jugar en la segunda parte

Actualizado a
Se busca proeza ante un Barça reforzado

Nunca como esta noche se habrá parecido tanto el oficio de periodista al de panadero. Barcelona y Real Madrid juegan la vuelta de la Supercopa a partir de las 23:00 PM, hora en la que se acuestan los belgas de algunos cámpings, de modo que se ruega a los campistas adosados que griten los goles con sordina.

El partido vuelve a ser gigantesco, porque en estos duelos el siguiente encuentro siempre supera los alicientes del anterior. Ya se sabe, cuando hablamos de Clásicos, lo mejor del siglo está por venir. Si hace tres días nos intrigaba la respuesta de ambos equipos después de dos pretemporadas con muy diferentes sensaciones, ahora nos atrapa la apasionante resolución del conflicto. De aquí saldrá un campeón y un aspirante malherido. Esto sí se puede adelantar.

El Madrid se entrenó en la tarde de ayer y el ensayo sirvió para fijar nueve titulares y adivinar dos alternativas: Khedira y Di María podrían ser sustituidos por Coentrao y Callejón. La duda es razonable. Y mucho. El alemán se sigue quedando corto en las grandes citas (y en las otras) y el canterano, a día de hoy, parece más constante y afilado que el argentino. De confirmarse los cambios, Mourinho formaría con su once más en forma y, por vez primera, jugaría al Barça sin escudos. Es decir: suicida, valiente y ambicioso. El Real Madrid de toda la vida, para entendernos.

Novedades.

El Barcelona hizo en el Bernabéu una presentación tan discreta, en cuanto al juego, que su optimismo es que sólo le queda mejorar. Además, se espera que recuperen la titularidad Piqué y Xavi, pareja equivalente al Séptimo de Caballería. Junto a ellos podría estar Busquets. Tampoco se descarta la aparición de Cesc, probablemente en la segunda mitad. Sería un golpe de efecto, no se puede negar, pero también sería mucho más que eso. Con Cesc, el Barça no sólo ha recuperado una joya de la corona. Se ha hecho con un jugador extraordinario y determinante, extrañamente infravalorado en España, quizá por su papel secundario en la Selección. Por cierto, Fàbregas será el séptimo campeón del mundo en la plantilla del Barcelona (el Madrid tiene a cuatro). Al margen de Cesc, será buen día (buena madrugada, no olviden la opción de prórroga) para que otros futbolistas saquen brillo al nombre que lucen en la espalda. Cristiano no tiene nada que demostrar, no sugeriremos tal cosa, pero no le vendría nada mal a su prestigio dar un campanazo en un estadio así; hay quien murmura sobre su rendimiento en los partidos decisivos. Y lo mismo sirve para Benzema, que después de tanto prometer precisa de una puerta grande. Con Alexis tocará ser más indulgente en su segundo partido con el Barça, pero es un hecho que Marcelo le ganó la partida en la ida.

No fallará nada. Incluso el césped, colocado el pasado 22 de julio, será de estreno esta noche. Los barcelonistas ya lo probaron en su entrenamiento de ayer y es fácil que el servicio de jardinería le aplicara anoche champú más suavizante. El Madrid, por su parte, se entrenó en Valdebebas y después voló hacia Barcelona con Karanka de voz cantante. Mourinho incluyó en la lista al joven Morata. Pareció un gesto. Ni una bala olvidada en casa. Por lo que pueda pasar.