CHAMPIONS | ODENSE 1 - VILLARREAL 0
El Odense castiga de forma injusta al Villarreal
Los daneses se impusieron por 1-0 con un gol de Andreasen en el 84' pese a que el Submarino fue muy superior tanto en juego como en ocasiones.
El Villarreal no sólo no ganó al Odense, a pesar de merecerlo, sino que salió derrotado de Dinamarca. La diferencia estuvo en la fortuna, la justicia... pero sobre todo en el gol. Andreasen materializó en una jugada lo que Rossi y Nilmar no supieron en decenas. Tras 20 minutos de titubeos, los delanteros del Submarino se hartaron de hacer todo lo que se le exige a un buen nueve en las inmediaciones del área; desmarques, regates, asistencias... pero fallaron en lo más esencial, el gol. Con todo, pese a que el resultado es maldito y cruel, hay motivos para la alegría. El Villarreal tiene 90 minutos, como local, para darle la vuelta a la situación. Y visto lo visto , sólo un milagro del Odense, similar al cosechado hoy, presagian a un Villarreal fuera de Champions.
Garrido alineó a un once con una sola novedad, Zapata, y muchas ausencias. Tres para ser exactos, que valían por seis. Dos ya no están ni estarán más, Cazorla y Capdevila, y el otro, Senna, sigue en plantilla pero poco, a sus 35 años, se diluye. Tres líderes que un día hicieron grande a España conquistando una Eurocopa y que en Castellón también han dejado su huella. Tanto es así, que el primer partido 'serio' de la era 'Post-Cazorla' empezó con un Villarreal desdibujado y plano. Ya en el minuto 10, tras una toma de contacto amistosa entre ambos equipos, llegó el primer susto para el Submarino. O mejor dicho, pudo haber llegado. No lo hizo porque el colegiado señaló fuera de juego justo antes de que Andreasen, con Diego López ya vencido, estrellase un balón en el palo.
Siguió insistiendo el Odense mientras el Villarreal dormitaba. De esta forma, una buena acción por banda de Ruud terminó en córner, y éste en un cabezazo cercano a la portería amarilla tras centro de Sorensen. Borja Valero centró su posición para intentar despertar a los suyos. Sin embargo, el arreón lo volvió a dar el Odense, que tuvo cerca el primer gol en el minuto 20. Andreasen asistió a Johansson pero el '10' danés erró al buscar el pase cuando las circunstancias exigían el disparo. Pasado el susto y a falta de toque en la media, Nilmar y Rossi reaccionaron. El italiano intentó el gol con un disparo poco afortunado y el brasileño, tras un buen desmarque, forzó un córner que acabó en ocasión. Sacó Borja Valero, cabeceó Mario y en la línea de gol, salvó el Odense.
Dominió absoluto del Villarreal
A partir de entonces, nuevo partido, nuevo guión. Sacó los tanques el Villarreal. Nilmar y Rossi ponían la pólvora; Borja y Cani, la imaginación. Nadie se acordaba ya de Cazorla cuando Nilmar, desde el carril izquierdo, dibujó una jugada de su escuela, la brasileña. Se fue de dos, se internó en el área y buscó un pase de la muerte que no encontró destino.
El Odense intentó reaccionar por medio de un cabezazo de su mejor futbolista, Andreasen, pero el Villarreal no lo permitió. Siguió a lo suyo. A lo que inventaba Borja y a lo que materializaba Rossi. El italiano volvió a rozar el gol con un disparo cruzado con su pierna izquierda. Fue como un 'Déjà-vu', pues sin tiempo para el descanso, se repitió la película. Mismo guión y mismos actores. Únicamente cambió el ángulo de la cámara. Ahora desde la derecha, Borja conectó con Rossi. El italiano se revolvió dentro del área y, escorado, disparó a puerta. Sólo el guardameta Wessels impidió el gol. Minutos más tarde, Cani cogió el papel de Rossi y, de nuevo asistido por Borja, rozó la escuadra danesa con un buen disparo desde la frontal del área. Con el Villarreal perdonando y con el Odense dando las gracias por su buena arranque y, sobre todo, por el resultado, se llegó al descanso.
La segunda mitad empezó como finalizó la primera. El Villarreal asediando en busca de un gol que se resistía. Ahora a balón parado, primero Borja, desde lejos, colgó sin éxito un balón. Después, Rossi, desde la frontal y en posición perfecta, empotró la pelota en la barrera. Hubo otra más, también del italiano y con similar resultado. Esta vez quiso esquivar la barrera y acabó por estrellar el balón contra los aficionados. El balón volvió al pasto, donde el Villarreal la mima y precisamente desde ahí llegó la mejor jugada del encuentro. Una triangulación que empezó Bruno en el centro del campo, continuó Nilmar en la frontal del área y termino Rossi, disparando al lateral de la red.
Tanto perdonó el Villarreal, que el Odense, en una jugada aislada estuvo cerca de tirar por la borda todo el trabajo que el Submarino había realizado en balde hasta el momento. El culpable fue Traoré, que empalmó de volea un rechace desde fuera del área que detuvo Diego López. Tras el oasis danés volvió el recital amarillo. El guardameta español montó la contra, asistió a Nilmar, y éste, en solitario, dentro del área, recortó magistralmente a su marcador y sólo una buena salida de Wessels le impidió marcar el primer gol del encuentro. Rossi, Nilmar, Nilmar, Rossi... el italiano y el brasileño no cesaban en su empeño. Con la izquierda uno, con la derecha el otro, cuando no con la cabeza. Los dos sin tino mientras los minutos pasaban con el marcador congelado.
Premio inmerecido del Odense
El Villarreal, pese a su condición de visitante, insistía en buscar un gol para sentenciar su participación en la Champions. Mario tuvo una buena ocasión para hacerlo. El lateral diestro, convertido en extremo, como tantas veces antes habían hecho Rossi y Nilmar, disparó a las manos de Wessels. El Odense sonreía con el empate al tiempo que soñaba con un milagro que no merecía... pero que llegó. Zapata, el nuevo, se estrenó de la forma más cruel imaginable. Convirtió un balón fácil para controlar en un pase de lujo a Andreasen, que dentro del área, se revolvió con calidad y batió a Diego López. Con el 1-0 el Odense se animó y pudo cosechar un premio aún más inmerecido. No lo consiguió pero tampoco el Villarreal, pese a que lo intentó, logró redimirse del fallo de su nuevo central. Ya era tarde. No hubo tiempo para más. La vuelta dictará sentencia...