Gio insiste: "Me gustaría ir al Sevilla, un grande"

Cada día que pasa acerca más al Sevilla y a Giovani dos Santos. Ayer, en declaraciones a los compañeros de eldesmarque.com, el mexicano nombró por vez primera al Sevilla: "Me gustaría ir allí, es un grande de España. El Sevilla está en mis preferencias y la posibilidad de jugar en este equipo me encanta, aunque hay más opciones". Gio pronunció las mismas palabras que en los próximos días repetirá en el despacho de Harry Redknapp, boss de los Spurs. Pero los obstáculos que ralentizan la operación siguen siendo los mismos: el Tottenham sólo contempla en sus planes una venta -el conjunto inglés tasa al norteamericano en no menos de seis millones- y el Sevilla, al menos de momento, pretende la cesión con una opción de compra no superior a los 3,5 millones.

Para bien o para mal, la negociación ha entrado en una fase decisiva. A comienzos de la semana que viene se iniciará una recta final en la que Giovani, representado por el afamado Jorge Mendes, trasladará en Londres su único deseo: jugar en el Sevilla. "Quiero resolver todo en los próximos días. Mi intención es volver a España, y si es con Marcelino como entrenador mucho mejor. Estuve muy a gusto con él en el Racing y será un dato muy a tener en cuenta. También me gustaría jugar al lado de Kanouté", explica Giovani, quien seguirá entrenándose con el Tottenham con el cartel de 'se vende' colgado del cuello.

No ha tenido descanso: su puesta a punto, lenta

La pretemporada de Giovani dos Santos está siendo algo anormal. El norteamericano participó con México en la Copa de Oro, donde guió al equipo hacia el triunfo final firmando actuaciones que catapultaron su cotización, y después en la Copa América. No ha tenido descanso y, aunque él mismo asegure que no tendrá problemas físicos para comenzar a tope la temporada en el equipo que lo fiche, lo cierto es que al Sevilla le gustaría que la operación se cerrase cuanto antes. En el amistoso de Filadelfia, donde México empató con EE.UU., apenas jugó 30 minutos. Gio está agotado y necesita ir a un ritmo más lento para no forzar la máquina. Sus espectaculares condiciones físicas, no obstante, son garantía para no preocuparse demasiado.