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Amistoso | Italia 2 - España 1

Sin Casillas, porca miseria

Un tiempo para Italia y otro para España Iker tuvo una defensa de traca Golazo de Montolivo, Xabi de penalti y Aquilani, de rebote Torres, conmocionado.

<b>DESAFORTUNADO. </b>Pique hizo un mal partido. En el tiempo que estuvo en el campo fue superado por los delantero rivales y después sufrió molestias y se retiró.
DESAFORTUNADO. Pique hizo un mal partido. En el tiempo que estuvo en el campo fue superado por los delantero rivales y después sufrió molestias y se retiró.

España no termina de asumir su condición. Lo que hace, y parece, en los amistosos no tiene mucho que ver con su estatus de Campeón del Mundo. Si lo de Portugal no se repitió anoche en la primera parte de Bari fue sólo gracias a que Cristiano no nació en Italia y porque una vez más apareció San Iker. Casillas fue un gigante ante la squadra azzurra y ante nuestra propia defensa. La zaga de España, escasa y frágil desde el mismo momento en que Del Bosque hizo pública la lista, fue de traca. El trabajo del seleccionador es arreglar eso antes de la Eurocopa, tiempo en el que debería hasta rezar para que Puyol llegue en condiciones.

Resultó un milagro que la primera parte acabase con empate a uno. En ese período Italia marcó un gol, estrelló un balón en el poste y obligó a dos paradones al portero del Real Madrid, quizás con una motivación extra porque en la portería de enfrente estaba Buffon, al que un día quisieron ponerle por encima en su club. El gol de España llegó de penalti. El número once de Xabi Alonso como internacional. Fue gracias a una falta de Chiellini sobre Fernando Llorente, que había entrado en sustitución de Torres que sufrió una conmoción cerebral cuando no se llevaba ni un cuarto de hora de partido.

En la segunda parte, condicionado por la Supercopa, por el reparto de minutos (los jugadores del Madrid jugaron 315 minutos y los del Barça, 270), por su propia lista y por las lesiones, Del Bosque se vio obligado a improvisar sobre la improvisación.

Parches.

Si la defensa formada por Iraola, Piqué, Albiol y Arbeloa no funcionó, luego mejoró mucho... con Busquets de lateral derecho y con Javi Martínez de central. Y encima sin Casillas, ya que por esa ley de compensaciones cambió a Iker por Valdés, que también sufrió lo suyo. La buena noticia tras el parón fue la presencia de Thiago, que por fin debutó con La Roja.

Menos mal que Italia está en construcción, que sus jugadores (especialmente Criscito y Montolivo) fueron a menos según avanzó el partido y a que Cassano, hasta que aguantó, no tuvo puntería en sus remates. Quizás le nubló el brazalete. Porque Cassano fue anoche el capitán de Italia. Algo que hay que ver para creer si damos por hecho que el capitán debe ser un modelo dentro y fuera del campo. Aún con tanto desorden, La Roja incluso pudo dar la campanada. Llorente tuvo la mejor ocasión para adelantar a España. Pero se confió. Solo ante Buffon hizo un remate blando y centrado. El estado del césped, muy seco y muy alto, no ayudó a que la pelota corriera.

Eso pasó durante los mejores minutos de España. Con la posesión asegurada y con Italia confiada al empate (a Italia casi siempre le vale el empate, incluso cuando juega como local) hubo otra ocasión de Silva y una de Xabi Alonso, con un chutazo desde lejos que Buffon atrapó en dos tiempos. Luego llegaría otra de Mata, también muy clara, que no entró por mala suerte. La que sí tuvo Italia en el remate de Aquilani que se coló tras rebotar en Javi Martínez. Un gol injusto para lo que hizo España en la segunda parte, pero merecido por lo que hizo el rival en la primera. Casillas tuvo de cara el santo que Valdés tuvo de espaldas.