Wenger presionará al Barça con la previa de Champions

Mucho se ha dicho y escrito alrededor de la operación Cesc en los últimos días, pero la realidad es que el caso sigue sin experimentar avances significativos desde la semana pasada. A día de hoy, la situación es la que sigue. El Arsenal no varía ni un ápice su postura: quiere 45 millones de euros. El Barça no piensa ofrecer un kilo más de los 38 que pone sobre la mesa entre fijos y variables (pese a que podría hacer concesiones en este último apartado). A esa cifra contribuiría el jugador, que renunciaría a parte de su sueldo en el conjunto azulgrana.

Lo último sería, según publicaron ayer medios ingleses, que Cesc, para que cristalice de una vez su vuelta a casa, renunciaría a 4,5 millones en primas que le corresponderían por su contrato de cuatro años más con el Arsenal. La estrategia londinense, no obstante, está clara. La intención es seguir con este tira y afloja hasta el próximo día 16, cuando debe disputarse la ida de la previa de la Champions ante Udinese. El conjunto gunner se juega mucho -sobre todo, en lo económico- y va a ir con todo, Cesc incluido. Y si el Barça quiere contar con Fàbregas para la máxima competición continental, no tendrá más remedio que acceder a las peticiones del Arsenal.

Calma. Pese a todo, en el Camp Nou impera la tranquilidad y Rosell y compañía no parecen preocupados por este último escenario. Bartomeu y Sanllehí tienen órdenes de hacer un solo viaje más a Londres a menos que sea para finiquitar (para bien) el fichaje de Cesc. En adelante, las negociaciones se llevarán a cabo por teléfono.