El Cádiz jugará la final del Carranza al ganar al Udinese

El Cádiz disputará este sábado la final del LVII Trofeo Ramón de Carranza al eliminar al Udinese Calcio en la tanda de penaltis de la primera semifinal, que concluyó sin goles. El meta cadista Aulestia se convirtió en el gran protagonista al detener tres de los cuatro penaltis que lanzó el conjunto italiano. El encuentro resultó más equilibrado de lo que cabía pensar a priori por la diferencia de calidad que debe haber entre un equipo de Segunda B, el Cádiz, y otro que disputará la fase previa de la Champions League y que quedó cuarto la pasada liga italiana.

Pero el efecto que siempre produce el Trofeo Carranza en el conjunto cadista y su presentación ante su afición fue suficiente para equilibrar el choque. Tras unos instantes de tanteo, ambos conjuntos comenzaron a buscar con cierta claridad la meta rival. Los italianos con más elaboración y el cuadro cadista con un juego más directo para tratar de aprovechar la velocidad de Insolara.

Badu y Asamoah se hicieron con el control de la medular, sobre todo gracias a su mayor despliegue físico, lo que le permitió al Udinese disfrutar de los primeros acercamientos al área de Aulestia, pero sin que los delanteros disfrutaran de ocasiones de gol, salvo un remate de Surraco a la salida de un córner que se marchó alto al borde del cuarto de hora.

El Cádiz reaccionó con un par de apariciones de Akinsola, Óscar Pérez y Barranco. Así, los amarillos disfrutaron pasado el minuto 20 de las dos mejores ocasiones de la primera media hora en sendos cabezazos de Akinsola y Toti, que fueron desviados por Belardi. El Udinese reaccionó y tomó de nuevo el mando del juego. El equipo local se agazapó esperando una contra y el cuadro transalpino volvió a aparecer al filo del área del cuadro cadista. Así apareció la oportunidad del esta vez conjunto blanco, cuando en una pared en la frontal dejó a Denis solo frente a Aulestia, que le aguantó bien y desvió con el pie a córner.

Fue la última acción reseñable de una primera mitad que siguió controlada hasta el descanso por el cuadro de Udine. Nada más comenzar el segundo acto Denis volví a tener una gran ocasión, esta vez en una acción personal. Controló en la frontal,. De fue de dos, aguantó al salida de Aulestia y cuando parecía que ya no tenía ángulo la picó para que Moke salvara en la misma línea en una acrobática acción.

Una dura entrada de Asamoah sobre el recién entrado Dieguito en el 54 calentó el partido. Cinco minutos después Akinsola reclamó un penalti y la acción acabó con un enfrentamiento entre él y el central Larangeira y en la acción siguiente de nuevo Asamoah le soltó el codo a Dieguito. El enrarecimiento del choque le favoreció al Cádiz, que animado por su afición adelantó líneas y comenzó a presionar más arriba. Pero la calidad se notaba que era mayor en el bando italiano.

Y la fortuna la estuvo en el lado gaditano. Sobre todo cuando en el minuto 66 un rebote dejó un balón suelto en el área que obligó a Aulestia a salir a los pies de Flores, pero dejó el balón suelto que acabó en la frontal en los pies de Surraco, que sin portero y con dos defensas en la línea, estrelló su disparo en el poste. El choque se equilibró en el cuarto de hora siguiente. Los cambios deslavazaron el juego y aparecieron ocasiones en ambas áreas. Primer Góngora envió a un palmo una falta desde la frontal en el 77 y luego Denis, otra vez, remató alto en el área chica una contra transalpina.

El Cádiz echó el resto en los últimos minutos. El empuje local dejó muchos espacios a la espalda de su defensa que aprovechó el Udinese para sacudirse el arreón local. Además el cuadro de Francesco Guidolin creó mucho peligro en los saques de esquina que botó en los minutos finales. Pero ninguno de los dos contendientes tuvo puntería y esta primera semifinal del LVII Trofeo Carranza se decidió en la tanda de penalti. Y la fortuna siguió estando del lado cadista y en los guantes de su meta Aulestia.