La fiesta de los secundarios
Benzema logró un doblete. Jesé se estrenó con el pecho. Di María reapareció con una rabona y un tanto. Cristiano marcó de tacón. Gran Khedira.

Un equipo con pinta de titular hizo de embajador del mundo futbolístico en el Lejano Oriente. Fue un entrenamiento con mucha humedad y calor que sirvió para confirmar sensaciones y para encumbrar a los que menos salen en las fotos. Ayer fue el partido de Khedira. Y de Callejón, que dejó a Coentrao en el banquillo. También de Benzema, de Cristiano y de Özil, pero sobre todo de los otros. Ya sabemos qué pueden dar las estrellas, pero hace falta ver si el resto está por la labor de no amilanarse por llevar una camiseta tan pesada como la blanca, de moverse hacia arriba con la intuición que pide Mourinho a cambio de regresar para luchar por cada balón. Por la labor de hacer el equipo más grande para que Cristiano, por ejemplo, se haga más pequeño y por lo tanto más grande: luego se explica. Y, de momento, los Khedira y los Callejón cumplen de maravilla.
En el primer gol se vio el nuevo Madrid, un movimiento que se ha repetido hasta la saciedad en los entrenamientos: Benzema arrastra al central y entra Khedira a rematar de cabeza desde la segunda línea. Así jugaba en el Stuttgart y hoy es el '8' titular del Madrid a la espera de Sahin. Está más cerca del área y es capaz de asistir como hizo a Özil en el segundo. Solo Xabi Alonso pivota en el centro mientras el resto del personal se divierten dando vueltas alrededor suyo.
El partido tenía intensidad y el Madrid se vio obligado a pausarlo. Quizá ese es el punto más flaco de un equipo que está lleno de confianza y con posiciones dobladas: le falta tener varias marchas y sentirse igual de cómodo con cualquiera de ellas. Por lo habitual, poner la quinta te gana casi todos los partidos. Sobre todo si Özil, Cristiano y Benzema, que hizo un doblete, combinan con la elegancia y plasticidad que hicieron en el tercero. Pero cuando tocó bajar el ritmo se perdió algún balón que los chinos convirtieron en contraataque.
Noticias relacionadas
En todo caso, sorprendió la poca destreza táctica de uno de los favoritos para la liga china que era incapaz de entender la defensa posicional. Ahí Benzema sigue siendo clave: su dinamismo es contagioso, quién lo iba a decir. Y totalmente confuso para los defensas. Ya no existe el nueve a lo Inzaghi o Raúl y el francés es el delantero moderno ideal, quizá por encima de Higuaín que necesita espacio por delante y, por lo que se vio ayer, afinar la puntería.
Estrellas. Y, ¿qué sabemos de Cristiano? Es la estrella del equipo con permiso de Benzema. Pero cada vez se le ve menos porque hay otras alternativas y cuando se le ve hace mucho daño: una asistencia de tacón, un balón al larguero, un tanto. Ayuda a ver su mejor versión su menor protagonismo y el hecho de que, con Khedira o Marcelo apareciendo a menudo en el ataque, se crean muchas superioridades que el portugués agradece. En la última media hora salieron ocho futbolistas en un cambio masivo, incluyendo Di María que estuvo activo. Se mantuvo el 4-2-3-1, el dinamismo y hasta la belleza de los movimientos como la rabona que se sacó el extremo para el remate de pecho de Jesé. No se hace bonito para agradar, sino que como se juega bien sale bonito. Veremos cuando toque un equipo que exija más. De momento todo OK.




