Thiago endulza la derrota

Las penas, con Thiago, son menos. El fabuloso golazo del canterano -que ya lleva cuatro en lo que va de pretemporada- endulzó la primera derrota de la pretemporada de este Barça (2-1 ante el United) hecho de medio equipo titular y medio por los de la cantera que no están defendiendo a la RFEF ante un Manchester que pudo darse ayer en el FEdEx Field de Washington el gustazo de ganar al equipo que les aplastó en Wembley hace dos meses. La diferencia está que por aquel entonces ambos equipos se jugaban la Champions y en los EE UU estaban de rodaje.

Y el Barça, con mucho menos rodaje que el de sus rivales, que llevan tres semanas en los Estados Unidos y un mes de pretemporada. Y que, a excepción de Chicharito, tenían a su disposición a todos sus primeras espadas.

Otra cosa es que los utilizaran, porque Sir Alex Ferguson planteó un once inicial con sólo tres jugadores que formaron de inicio en Londres: Rooney, Vidic y Evra, mientras que Guardiola alineó a seis.

Inofensivo.

La primera parte del Barcelona fue absolutamente inofensiva. Los blaugrana, que ayer vestían de negro riguroso por primera vez en su historia, no dispararon a la puerta de De Gea en toda la primera parte.

Es más, un saque de esquina a favor del Barça en el minuto 22 le sirvió al United para adelantarse en el marcador. Los de Pep tiraron el saque de esquina lo peor que supieron, en la frontal inglesa, Busquets y Villa se hicieron un lío y en diez segundos, Nani se plantaba solo ante Valdés y marcaba el 1-0.

Justo antes del descanso, Afellay se echó la mano a la parte posterior de la pierna y empezó el carrusel de cambios en el conjunto catalán, que tuvo su continuidad en la segunda mitad.

A pesar de que teóricos titulares habían dejado su plaza en el campo, la segunda parte del Barcelona fue mucho mejor que la primera. Thiago e Iniesta empezaron a demostrar que si a este United se le rasca un poquito, enseguida sangra.

Y así llegó la obra de arte de la tarde/madrugada. Thiago pinchó un balón rechazado por la defensa inglesa, lo controló de lujo y se lo acomodó para reventar la escuadra de De Gea, que todavía lo está buscando.

Sin haber hecho nada del otro jueves, el partido parecía colocarse a favor del Barça, pero un nuevo despiste de Busquets (ahora con Iniesta) propició otro robo de balón de los ingleses que permitió a Owen ganar el mano a mano ante Valdés.

Por aquel entonces, la delantera del Barça era Carmona, Cuenca y Espinosa y el equipo parecía más unas colonias de verano que un conjunto campeón de Europa.