Amistoso | Athletic 3 - catania 1
Un aperitivo con duende
La propuesta de Bielsa convenció. El Athletic siempre quiso jugar por abajo. Ander Herrera se presentó en sociedad con galones de líder
La pretemporada se asocia siempre con la palabra ilusión, aunque luego está en los futbolistas demostrar que lo que creen los hinchas que puede conseguir su equipo tiene visos de realidad. Pues bien, habrá que decir que el Athletic está a la par con lo que sueñan sus aficionados. El proyecto promete. Ayer pudo con el Catania, que vistió el traje de muchos equipos a los que se encontrarán los leones en el campeonato.
Había ganas por diseccionar la primera alineación en casa de Marcelo Bielsa y ver las virtudes que el argentino quiere incorporar al equipo. De salida quedó claro que los leones han asumido a fuego que el balón es su amigo y que tenerlo es sinónimo de éxito. En teoría, es una máxima que debería estar asumida por todos los que juegan a esto, pero hay técnicos que entienden que para llegar al éxito no hay nada mejor que montar un castillo alrededor de la portería propia, desgastar la paciencia del rival y tratar de colocar un rejón de muerte para luego hacer más grande la fortaleza del castillo. ¿Igual de válido? Fútbol son puntos, cierto, pero también es divertimento, ilusión y sensación de mando.
En el fondo, de lo que se trató fue de un choque de estilos, porque mientras que el Athletic quería sentirse cómodo con el balón, el Catania proponía lo contrario: guardar la parcela propia y buscar salidas en velocidad de Gómez o Maxi López para poner en aprietos a la zaga y, de paso, crear dudas a los de Bielsa. El guión de los entrenados por Montella se pudo haber ido al traste de haber acertado Llorente con un cabezazo en el minuto 8. Kosicky se lo sacó tirándose al bulto. El internacional rojiblanco se prepara para un cambio de escenario porque tiene pinta de que en la etapa Bielsa no va a disponer de tantos balones como con Caparrós. Durante estos últimos cuatro años el chico ha pegado más brincos que las cabras monteras. Ahora, sus apariciones serán más selectivas porque el equipo apostará por otro tipo de juego. Así que mejorar sus números de goleador le demandarán la máxima eficacia.
No es que Bielsa renuncie a Llorente, es que El Loco dará más protagonismo a otro tipo de juego. Y, con ello, a otros futbolistas. El centro del campo con el que arrancó ayer fue buena muestra de ello: Javi Martínez por detrás, David López y Herrera en el eje y Muniain y Gabilondo en las bandas, con el matiz de que el diablo entró desde la derecha. Hubo ratos para el deleite con los cinco moviendo por dentro y dejando a más de un defensa con el culo al aire. Pero como el fútbol es goles y no sólo buen juego, Bielsa reordenó a los suyos: pasó del 4-1-4-1 al 4-3-3 para abrir más el campo y poner en aprieto a los italianos.
La cosa marchaba, pero Biagianti puso los pelos de punta al personal con un remate que tuvo que sacar Iraizoz, quien hizo gala de una gran reacción. La puya surtió efecto porque en la siguiente jugada Javi Martínez pudo con la resistencia azzurra.
Susaeta.
El bocata del descanso cayó bien por eso de ir ganando y en la reanudación el Athletic presentó otra variante. Bielsa metió a Gurpegi, Toquero, Susaeta e Iturraspe, varió la posición de Muniain (al que mandó la izquierda) y probó las dotes de central de Javi Martínez.
El Catania no estaba por la labor de meter mucho ruido, así que la noche se fue consumiendo hasta llegar el gol de Susaeta. El eibartarra, apartado del equipo en el tramo final de la pasada campaña a causa de un neumotórax, ha llegado con muchas ganas a este tiempo de preparación. Lo dejó claro con un golazo tras un fenomenal control que hizo imposible la respuesta del portero.
Olía a festival, pero los italianos se encontraron con un gol (Javi Martínez tuvo un exceso en la salida del balón y el Catania pudo liarla) y crecieron en su empuje. Hubo respuesta con el gol de Herrera tras bandeja de Susaeta y calambres por el esfuerzo para Muniain.