Liga BBVA | Betis
El Betis rompe con el Al Hilal y espera a Emaná
Guillén: "Es un acto grave de indisciplina, será sancionado"
Las llamas del caso Emaná se inflaman. Miguel Guillén y Pepe Mel conversan a las 9:30 horas en los terrenos de la ciudad deportiva del Portsmouth (Wellington Ground Sport) y Guillén se acerca a los periodistas para, ahora sí, demostrar que el Betis también puede ser contundente: "Emaná ha cometido un acto de disciplina grave y será sancionado de manera acorde a nuestro régimen interno. El Betis tiene muy claro que en esas condiciones el jugador no va a salir y tiene que incorporarse al grupo". Para entonces, primera hora de la mañana, el Betis ya sabe que va a romper las negociaciones con el Al Hilal. No aceptan lo que consideran chantaje y una presión que es inaceptable para una entidad centenaria: que un jugador se declare en rebeldía y se niegue a viajar para forzar su salida.
El club verdiblanco envió una oferta a los saudíes en la que pedía 4,4 millones de euros de beneficio neto en la operación. Los plazos del pago (dos) importaban menos que las garantías de pago, que no existían. Pero el Al Hilal no respondió y desde primera hora de la tarde el Betis dio por rota la negociación con el club saudí de manera definitiva. El Betis ya asegura de manera abierta que Emaná no se va al Al Hilal. La preferencia entonces pasó a ser el comportamiento de Emaná, sobre el que hubo versiones contradictorias durante el día. El entorno del jugador aseguró que Emaná había ido a entrenarse a la Ciudad Deportiva pero desde el club lo negaron ("tiene aquí hasta el calzado deportivo"). En la tarde de ayer, el director deportivo Vlada Stosic se quiso poner en contacto telefónico con Emaná para instarle de nuevo a que viajase con el resto de la plantilla. Pero el jugador no está por la labor. Es un pulso, una situación que se enquista.
Incertidumbre. El Betis tiene clara su versión de los hechos. Emaná se ha negado a firmar una convocatoria y está declarado en rebeldía así que tiene que llegar cuanto antes a Inglaterra. Mel, cansado de los caprichos del camerunés, está a punto de poner una raya. El Betis no entiende cómo Emaná rechazó una oferta del Dnipro ucraniano que satisfacía más los intereses del Betis por considerar la liga ucraniana como una competición "menor" para pocos días después aceptar una propuesta del fútbol de Arabia Saudí. Como en Cagliari, cuando se frustró el traspaso al Galatasaray el año pasado, esta vez el Betis vive en Inglaterra otro caso Achille Emaná. La diferencia es que, esta vez, después de la oferta rechazada queda una indisciplina. Ahora toca ver qué decide el delantero camerunés. Su gente más cercana cree que no viajará. Guillén espera recogerlo pronto en el aeropuerto de Londres.