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Amistoso | espanyol 3 - Boca Juniors 1

¡Osvaldo, quédate!

El 'Killer' puso en pie a Cornellà. Verdú retó a Riquelme

<b>PÍCARO. </b>Osvaldo se lanza en el primer penalti a favor del Espanyol. El ítalo-argentino completó de nuevo un gran encuentro goleador.
PÍCARO. Osvaldo se lanza en el primer penalti a favor del Espanyol. El ítalo-argentino completó de nuevo un gran encuentro goleador.rodolfo Molina

Osvaldo es, definitivamente, la mitad más uno de este Espanyol. Él se encargó de enderezar un Ciutat de Barcelona que se había puesto en contra con el gol de Cvitanich y por eso fue despedido con Cornellà-El Prat en pie. Aunque el otro 49 por ciento de esa sociedad espectacular, la mitad menos uno, no es otro que Verdú. Si continúan juntos, esto promete.

Con bastante probabilidad, la alineación de la primera mitad no va a diferir mucho de la que presente Pochettino en la primera jornada de Liga. Y, visto lo visto, el debate está ya en la grada: ¿cómo deben combinarse Verdú y Albín? Anoche, el equipo rindió mejor cuando el catalán se situó en la mediapunta. Lo que no resulta novedoso es que el Espanyol vuelve a ser fiel esta temporada a una filosofía de toque, de juego combinativo, pero resulta mucho más letal en velocidad que construyendo con pausa. Paradógico aunque cierto. También tuvo mucho que ver la presión de Boca en la medular.

Cómo no, Osvaldo protagonizó el poco peligro perico en el primer acto. En el 17', el minuto de su dorsal, el veterano Schiavi cortó providencial un balón que el Killer iba a rematar ya en la frontal del área pequeña, medio gol, a pase en profundidad de Luis García. Sólo cuatro después, y esta vez gracias a una gran asistencia de Verdú, se quedó sin ángulo para rematar tras superar a toda la zaga. Boca replicó antes del descanso en un par de ocasiones, desde lejos y con zurdazos que se marcharon fuera: uno de Riquelme en el 31' que se fue envenenando y otro de Rivero, en el 43'. Esa cierta sensación de superioridad xeneize aumentó en la reanudación. Cvitanich tuvo el gol en el 53', pero Cristian salvó con los pies. Dos minutos más tarde, el delantero al que en su día pretendió el Espanyol pudo redimirse, con un cabezazo excelso aunque exento de marca a centro de Roncaglia (sí, de Roncaglia).

Y entonces apareció Osvaldo. Una vez más. Habituado a inventarse goles imposibles, anoche sacó un penalti de la nada y también lo ejecutó. Y, por supuesto, con maestría, durmiendo el balón a la izquierda de Orion, quien lo vio pasar como una nave ardiendo más allá de sí mismo. No es de extrañar que la grada se desgañitara al unísono con el grito "¡Osvaldo, quédate!". Y vaya si debería quedarse, pues de nuevo el ítalo-argentino volteó el marcador, en el 77', tras una gran acción de Verdú en la que Sergio contribuyó para que el balón topase en un defensa y se quedara suelto para el Killer.

La guinda la puso Verdú, autor de un merecidísimo tercer gol, también de penalti, después de que Schiavi derribase a Thievy. La fiesta completa.

Los detalles: cerca de 5.000 bosteros en la grada

Los prolegómenos en los aledaños de Cornellà-El Prat (con inflables para los niños) y ya dentro del estadio tuvieron marcado acento xeneize. Alrededor de 5.000 aficionados de Boca Júniors pusieron colorido y cánticos a una velada festiva, que en ese sentido se completó con comida típica argentina.