Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

amistoso | barcelona 2 - internacional 2

El Barcelona se mete en la final gracias a los penaltis

El equipo azulgrana es el primer finalista de la Audi Cup al imponerse desde el punto de penalti. No pudo hacerlo en el marcador al cierre del partido, pese a que fue infinitamente superior.

<strong>BUENA IMAGEN DEL BARCELONA.</strong>
BUENA IMAGEN DEL BARCELONA.

El Barcelona es finalista de la Audi Cup al igual que el anfitrión Bayern. El conjunto azulgrana pasó a la final después de superar desde el punto de penalti al Inter de Porto Alegre; el Baryern también superó al Milán en la tanda de penaltis. El Barça no pudo hacerlo en el marcador al cierre del partido, pese a que fue infinitamente superior al cuadro brasileño. Thiaho e Iniesta se lucieron en la primera parte, mientras que en el segundo tramo del choque, al Barça se le fueron acabando las fuerzas, algo que aprovecharon los jugadores de Osmar Loss.

Guardiola se lo miró todo desde la banda, de pie desde el primer minuto. Vestido de sport y con las manos en los bolsillos, el entrenador solo gesticulaba para arengar a sus más jóvenes promesas invitadas a la gira y para corregir a los que se conocen el libreto de memoria. El situar a Busquets de central obligaba a que Keita gobernara en la zona ancha. Eso sí, bien acompañado por Iniesta y Thiago. Ambos, además de dirigir como nadie, piensan como pocos y resulta que ahora hasta rascan, aunque sin recurrir a la fuerza. Se dedican a pisar el balón, a cambiárselo de pierna en décimas de segundo y a poder localizar con el rabillo del ojo la mejor posición de unos compañeros que siempre acuden al rescate.

El zurdo Fontàs y Valdés fueron los primeros que tomaron protagonismo. Parecía que al Barça le costaba arrancar. Internacional de Porto Alegre anda en la zona media de la tabla del campeonato brasileño, en esa posición que debe ilusionar a los seguidores, pero que como sigan actuando como ayer, las decepciones serán mucho mayores.

Un cuarto de hora le dio de vida al Barça a los brasileños. En ese momento, la posesión pasó a ser ya de un solo color y el marcador se tiñó de azulgrana tras explotar una prodigiosa jugada de laboratorio celebrada por todo el equipo. Thiago rubricó una acción en la que intervinieron de primeras y en milésimas con toques tan precisos como claves Iniesta y Busquets. Pim, pam. En un abrir y cerrar de ojos Muriel atendió como el toque tierno del medio lo superaba y ponía en ventaja a los catalanes.

Dos minutos después fue Afellay el que se estampaba con el palo. En una buena recuperación de Soriano y un apertura de Iniesta, la bola le llegó al holandés que quiso apurar tanto que la pelota acabó en la madera. De ahí, al descanso, los hombres de Pep siguieron con el guión establecido en las últimas campañas: juego corto, pero haciendo volar la pelota, algo que deleitó a los miles de aficionados que coparon las gradas y a los jugadores que Guardiola decidió reservar, entre ellos Xavi, Pique y Puyol, que lo veían desde la grada.

Con siete cambios de una tacada para el segundo acto apareció el Barça. Aquí se trata de que jueguen todos y Pep no hace viajar a nadie para que haga turismo. Sabedor de su superioridad ante la entrada de muchos jugadores del filial, los brasileños adelantaron líneas y abusaron de cansancio de Keita, Busquets y Fontás para intentarlo por el centro. Así, un balón corrido a los pies de Amiao que no pudo repeler bien Pinto acabó en posición letal para Nei, que seguía la jugada de cerca desde el lateral. Su tiro fue limpio y el gol subía al marcador para delirio de la torçida del Inter.

Siete minutos. Ese fue el tiempo que los brasileños creyeron en la remontada, aunque fue Jonathan dos Santos el que se encargó de cerrar las puertas a más celebraciones. Aprovechó el mexicano un balón al hueco para poner las cosas en su sitio y calmar a las masas, aprovechando ya que sobre el terreno de juego sólo habían cinco jugadores con ficha profesional: Pinto, Abidal, Pedro, Villa y Jeffren. Tras una milagrosa intervención de Abidal salvando el gol bajo la línea, fue Damiao el que no erró a dos metros de la portería y por arriba, su especialidad. El remate del atacante que en Porto Alegre colocan en la órbita del Barcelona superó a Pinto, que nunca pudo demostrar la seguridad que se le requiere. Y fueron los penaltis los que decidieron el finalista. Falló Jeffren por parte culé, mientras que Damiao y Zé María mandaron la pelota a Nuremberg.