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Copa América | Paraguay 0 - Uruguay 0

Otro 'futbolicidio' de Paraguay

Paraguay volvió a perpetrar un partido mezquino en el que no miró la portería del venezolano Vega y se limitó a mantener el resultado inicial para jugársela en los penaltis. Venezuela fue superior en juego y ocasiones y mereció, como Brasil, Argentina, Chile y Colombia, pasar a la siguiente ronda.

<b>A LA FINAL. </b>Villar, arriba a la derecha, detiene el penalti decisivo a Lucena. Verón marcó el quinto de la tanda ante la inútil estirada del portero venezolano Vega.
A LA FINAL. Villar, arriba a la derecha, detiene el penalti decisivo a Lucena. Verón marcó el quinto de la tanda ante la inútil estirada del portero venezolano Vega.

La Copa América 2011 sigue instalada en unas tinieblas futbolísticas por obra y gracia de un Paraguay que recuerda a la infausta Grecia de Rehaggel se coronó campeona de Europa en 2004 con su fútbol corrosivo. La diferencia es que los helenos esperaban el fallo rival para rematarle y los guaraníes ni se molestan en mirar a la portería rival. Relojean los partidos y a los penaltis. Paraguay ingresa así en el salón de los horrores del fútbol junto al Estudiantes de la Plata de finales de los 60, el Granada de Aguirre Suárez, Fernández y compañía, y, la citada Grecia. Por algo la albirroja se ha convertido en el primer equipo de la historia de una competición oficial de selecciones que llega a la final sin ganar, tras cinco empates. Destartalado.

En el partido ante Venezuela Martino perpetró otro 'futbolicidio'. Inmoló a su gente con un juego primitivo, un desastroso dispositivo impropio de su tradición defensiva y cinco cambios que denotan el caótico plan de juego. Este Paraguay destartalado se encomendó a Justo Villar, descomunal torneo, y corrió groseramente durante los 90 minutos. Venezuela evidenció la fragilidad defensiva paraguaya marcando un gol, bien anulado a Vizcarrondo, y enviando tras balones al palo. Pero hay algo, que tiene que ver más con la suerte que con el oficio, que permite a los guaraníes plantarse en la tanda de penaltis. Ortigoza presume de "no haber fallado un penalti en su carrera y de ganar mucha plata en la villa tirando penaltis". Viendo cómo lo tiró, él y Riveros, Uruguay debería evitar la tanda de penaltis. Paraguay rentabilizó una vez más la suerte de los doce pasos y se metió en la final en un partido que acabó con agresiones guaraníes a los alicaidos venezolanos. Corren malos tiempos para la lírica.

Nos costó horrores mantener el partido. En ningún momento encontramos nuestro juego. Lo único que pudimos hacer era mantener el resultado para llegar a la lotería de los penaltis".

Tángana multitudinaria entre paraguayos y venezolanos

Al final del partido, mientras algunos jugadores atendían a la prensa a pie de campo, paraguayos y venezolanos se enzarzaron en una pelea multitudinaria a puñetazos y empujones. La seguridad del estadio no era suficiente para frenarla y tuvo que intervenir la Policía. Después de tres minutos de puñetazos y empujones, los vencedores se retiraron al vestuario increpando a los aficionados venezolanos y haciendo gestos aludiendo a su eliminación. Se desconoce si habrá sanción.