Guardado regresa y el Depor le impone la ley del silencio

Lendoiro citó a Guardado ayer a las 18:00 horas en las oficinas del club y el mexicano se presentó puntualmente. La reunión en la Plaza de Pontevedra, en la que no estuvo presente el presidente blanquiazul, duró poco más de un cuarto de hora y sirvió para poner al día al jugador sobre las negociaciones que hay abiertas para su posible salida. Tras esta breve charla, el Principito viajó en coche a la concentración del equipo en Vilalba junto a Ernesto Bello, secretario técnico del club, para unirse con sus compañeros e iniciar la pretemporada.

Tanto Lendoiro como Guardado esperaban tener solucionado su traspaso sin que tuviese que incorporarse al equipo, pero no ha sido posible. En el entorno del jugador hay cierto enfado al entender que las pretensiones del presidente deportivista son muy elevadas, ya que está pidiendo ocho millones. Para evitar polémicas, el club ha impuesto a Guardado la ley del silencio, tal y como reconocía el futbolista: "Me lo han pedido y hasta que haya algo, hay que respetar". Lendoiro y el agente del jugador tienen previsto reunirse este fin de semana para agilizar el traspaso. La intención del mexicano es seguir jugando en España y desde México apuntan a Valencia, Atlético y Sevilla como posibles destinos.

El otro jugador citado para ayer, Rubén Pérez, ni siquiera acudió a las oficinas del club a instancias del propio Depor. Ernesto Bello y Guardado lo recogieron en su domicilio y los tres viajaron hasta Vilalba.