Los músculos comienzan a quejarse de las palizas

Ya han aparecido, después de ocho días de trabajo, los primeros síntomas de cansancio muscular en la plantilla racinguista que continúa en Austria su trabajo de pretemporada. Nada grave. Nada raro. Lo habitual cada mes de julio.

Ayer, en la localidad austriaca de Westendorf, Héctor Cúper y su preparador físico, Ángel Puebla recetaron una doble sesión algo menos exigente de lo habitual en el aspecto físico. Tanto la sesión matinal como la vespertina incluyeron trabajo con balón, tanto de acondicionamiento y remates como táctico, siempre más llevadero que las series que han venido padeciendo toda la semana pasada. Así y todo, hasta siete futbolistas no trabajaron al ritmo del grupo.

Molestias.

A los habituales Colsa (gimnasio) Torrejón y Serrano (éstos dos ya trabajando con Cueli sobre el césped), ayer hubo que añadir a la lista de bajas a Docal y Picón, parados con sendos pinchazos en el recto anterior de sus respectivas piernas izquierdas, Kennedy, en cama con un proceso febril, y Álvaro, al que ha concedido trato de favor el míster toda vez que fue el único (además de ser el mejor jugador del encuentro) que disputó los 90 minutos en el partido jugado el domingo en Alemania.

Para hoy, Cúper ya ha anunciado a su plantilla otra doble sesión tirolesa: gimnasio por la mañana y vuelta al campo de juego tras la siesta.

No se espera más llegada que la de Sarmiento

Héctor Cúper salió de Santander con la esperanza de que en Austria recibiría la incorporación al grupo de uno o dos fichajes. En pleno viaje supo que Toché no iba a llegar y que lo más probable es que no se pueda fichar a nadie antes de que regresen a Cantabria. Es más, la única visita que recibirá será de Brian Sarmiento, un jugador al que el club busca salida, que no viajó con el grupo por un nuevo problema de papeles y que una vez resueltos se desplazará al Tirol hoy o mañana por si su compatriota cambia de opinión viéndole entrenarse. No es probable.