NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Los orígenes humildes de Di María | La banda de la Perdiel

Fideo alternaba La Bombonera con la pachanga

En una tarde, en los dos sitios

<b>EN EL BARRIO. </b>Aquí era donde jugaba Di María con sus amigos.

Brian, Nico, Gere, Diego, Mauri, Ale y Ángel conforman una pandilla que aquí todos conocen como La Banda de la Perdriel. Un grupo de amigos que se conoció en esta calle rosarina durante su infancia y que, a día de hoy, siguen siendo inseparables por más kilómetros que la vida haya puesto entre ellos.

Los siete guardan una cosa en común, un tatuaje en el que se lee 'La Banda de la Perdriel'. Su particular sello de denominación de origen. Ángel lo luce en la pierna. Desde pequeños, los siete formaron un equipo y se animaron a participar en las competiciones del barrio y de la ciudad. Lo bautizaron, obviamente, como La Banda de la Perdriel y soñaron juntos con llegar a jugar algún día en la Primera con Rosario Central. La Perdriel es territorio canalla y todos tienen esa impronta. Di María ingresó en el club con siete años. Y con 17 debutó en la Primera argentina con la camiseta auriazul, algo que no impidió que siguiera alternando los partidos ante Boca o River con las pachangas que jugaba con sus amigos.

AS visitó las instalaciones de Desafío Fútbol 5 donde se reúne aún La Banda de la Pertriel, según nos confirmaron allí mismo. Corrían los años 2005, 2006 y 2007. Ángel Di María llegaba a jugar día partidos en Córdoba contra Belgrano a las cuatro de la tarde y posteriormente se marchaba a la Avenida Alberdi 923 para defender la camiseta de la Banda junto a Nico y compañía.

Esta pequeña canchita de césped artificial, regentada por un histórico de Central, el Toro Gaitán, es el lugar en el que los chicos de La Perdriel han seguido matando el gusanillo. A Di María todo le iba viento en popa. Jugaba, marcaba goles con la camiseta canalla y hasta Boca preguntó por él. Finalmente Central lo traspasó al Benfica por seis millones de euros junto a su compañero Andrés Díaz. Y posteriormente, al Real Madrid. En Rosario las camisetas blancas son comunes. Todas con el mismo nombre, Di María. El Fideo sigue visitando la Perdriel cada vez que viene. Sus padres viven ahora en la parte más acomodada del barrio Alberdi, pero nadie en casa de don Miguel y doña Diana olvida sus orígenes. Empezando por Ángel.