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El Barcelona ficha al juvenil del Racing Miguel Ángel

Tiene 18 años y es una de las perlas de la cantera cántabra. El Racing cobrará pluses si juega en el Barça B, en las selecciones nacionales y en el primer equipo de Pep Guardiola.

Cuando a un futbolista le llama el todopoderoso Barça es muy difícil que no pierda la cabeza y esté dispuesto a casi cualquier cosa por irse. Cuando un club está en una cruel crisis económica es difícil que diga no a una propuesta. Si además la oferta llega de un club al que se le debe dinero desde hace dos años por la cesión de un futbolista, la operación es inevitable. Blanco y en botella. O, mejor dicho en este caso, blaugrana y en botella: Miguel Ángel Sáiz es nuevo jugador del Barcelona.

La operación, que se mantiene desde hace días con sordina en la sede racinguista, está pendiente, entre otras cosas de que no pongan ningún reparo los nuevos administradores judiciales aunque, en principio, parece que está fi rmada antes de que el club racinguista entrara en Concurso de Acreedores.

Miguel Ángel Sáiz es un santoñés que el día de Reyes cumplió 18 años, centrocampista, ambidiestro, que puede jugar en todas las posiciones por detrás de los delanteros, 1,85 de altura y poseedor de una elegancia natural para el juego. Sus carencias más señaladas, y no lo son en grado demasiado acusado, podrían ser la falta de punta de velocidad y de gol.

La marcha de una de las perlas de la cantera racinguista no ha sido plato de gusto en las oficinas de El Sardinero pero, a diferencia de lo que ocurrió hace unos años con el caso del portero Ángel Díez, las buenas maneras con las que ha actuado el Fútbol Club Barcelona y la deuda moral y económica que el club cántabro mantenía con los catalanes por la doble cesión de Henrique (no sólo los culés pagaban gran parte de la fi cha, sino que adelantaron al jugador también la parte que debía pagar el Racing y los santanderinos aún estaban en números rojos en su cuenta con los del Nou Camp) hicieron imposible decir no. Sobre todo si tenemos en cuenta la voluntad del futbolista.

Los números de la operación son modestos (y virtuales). Por ahora. Si el santoñés va progresando en el escalafón azulgrana el dinero puede empezar a entrar en la exangüe caja de caudales de El Sardinero. Habrá pluses si juega en el Barça B, en las selecciones nacionales y en el primer equipo de Pep Guardiola.