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Atlético | Carta abierta de Gabriel Camuñas

La transformación de las S.A.D.

Ideas para que el fútbol vuelva a ser de los socios

El pasado 25 de junio publicaba en AS un artículo bajo el título Hacia el fin de las sociedades anónimas, referidas naturalmente al mundo del fútbol. En el mismo analizaba el fracaso rotundo de este modelo de gestión, pues las S.A.D. tenían como fin disminuir las deudas de los clubes y el resultado ha sido justo el opuesto, un aumento desproporcionado de dicha deuda, y por ende el alejamiento de las aficiones, alma mater en sentimientos y economía de la vida de dichos clubes.

A los pocos días de la publicación del artículo, el Secretario de Estado para el Deporte, Albert Soler, manifestaba que la situación económica de los clubes había tocado fondo y que algo habría que hacer para modificar el actual modelo, que nos puede llevar a la quiebra y a la desaparición de equipos históricos, con la fuente de conflicto social que todo eso puede generar. Existe un gran consenso en que la situación ya no puede seguir por este camino, hay menos unanimidad en cuanto a cómo hacer para revertir la situación actual a un estado en el que los dueños de los clubes vuelvan a ser sus sostenedores, es decir, los socios. Para ello me permito dar algunas ideas al respecto.

Elaboración, ya con carácter de urgencia, de la nueva Ley del Deporte, que sin duda quedará aplazada por las inminentes elecciones generales, pero no debería de llevarnos mucho más lejos, para evitar que se produzcan situaciones lamentables de difícil arreglo. En segundo lugar, antes de que pudiera estar aprobada dicha ley, las administraciones públicas, a través de actuaciones judiciales, deberían exigir el pago inmediato a Hacienda y Seguridad Social de las deudas de todas estas S.A.D., y en caso de no producirse el mismo, en su defecto la ejecución de todos los avales prestados, y si ellos no cubrieran el total de la deuda, la expropiación inmediata de las acciones a estos defraudadores, que en gran parte no pusieron dinero para quedarse con los clubes, defraudan a Hacienda y la Seguridad Social y ahora no pagan a proveedores y jugadores acogiéndose al truco de la Ley Concursal. ¿Quiénes protegen a esta casta de arribistas sin escrúpulos?

Tercero. Una vez ejecutados los avales, no habiéndose cubierto la deuda total exigible, las acciones deberían pasar a los socios, teniendo estos que elegir democráticamente a una Junta Directiva que rigiese a partir de entonces los destinos del club.

Cuarto. Creación urgente de un órgano regulador independiente de la Liga de Fútbol Profesional, pues sería un escándalo que el control de dichos clubes se hiciese mediante un mecanismo de autorregulación, permitiendo a los defraudadores que se controlaran a si mismos, lo cual nos llevaría a una nueva burla. El órgano regulador tiene que ser creado por los poderes públicos. Ese órgano independiente vigilaría el funcionamiento de los clubes, con arreglo a los siguientes criterios:

a) Presupuesto equilibrado. Imposibilidad de gastar más de lo que se ingresa.

b) Prohibición de fichajes mientras exista deuda.

c) El 40% del presupuesto de tope salarial para el pago de plantillas.

d) Devolución de todas las deudas a Hacienda y Seguridad Social, en unos plazos que permitan la viabilidad de los clubes, pero no superior a 10 años. Teniendo que destinarse obligatoriamente el 20% de los derechos televisivos para la cancelación de tales deudas. Sería igualmente conveniente un nuevo reparto de los derechos televisivos, más proporcional, siguiendo el modelo inglés, dónde la diferencia entre el primer clasificado y el último no excede de 25 millones de euros, mientras que en España supera los 130 millones de euros.

Sirvan estas líneas como elemento de consideración para la salvación del fútbol, ya que bien estas u otras similares serán de ejecución inevitable. Lo que hemos visto en el mundo de la banca, con las Cajas de Ahorro, ocurrirá muy pronto en nuestro fútbol. O nos adelantamos, como hicieron los alemanes con la economía y el fútbol, que es propiedad de sus socios, o nos pilla el toro.

Gabriel Camuñas Solis. Dirigente de Atléticos por el Cambio