"Vengo al Celta a tener la continuidad que me faltó"

El Celta ya tiene al ansiado lateral polivalente que tanto ha buscado en el mercado. Se trata de Oier Sanjurjo, que llega procedente de Osasuna en calidad de cedido. Al término de la próxima temporada el club vigués se guarda una opción de compra, aunque el cuadro rojillo podrá repescarlo en 2013. El carrilero de Estella, de 25 años, llegará a última hora de la tarde de hoy a la Plaza de España. Mañana pasará la pertinente revisión médica y será presentado en Balaídos después de comer con los directivos celestes, en la que será su primera toma de contacto con Vigo.

El zaguero navarro, que se encuentra de vacaciones, se mostraba así de satisfecho: "Estoy ilusionado con mi nueva etapa en mi Vigo. Es lo que estaba buscando porque el año pasado no tuve mucha suerte en Osasuna. No disfruté de muchos minutos y me planteé una salida. Vengo al Celta a tener la continuidad que me faltó y espero estar a la altura de las circunstancias. Mi idea es la de jugar y para eso me he buscado esta cesión. Sé que lo voy a tener muy difícil porque tengo dos jugadores muy importantes de la plantilla en los puestos de lateral, pero yo sé cuales son mis posibilidades y voy a ir a pelear a muerte. Una de mis facultades es que soy polivalente. De hecho en Primera jugué más partidos por la banda izquierda que por la derecha, a pesar de que soy diestro. Me adapto bien al puesto de lateral y también puedo jugar de mediocentro defensivo".

Sólo jugó 24 partidos en los últimos tres años

El nuevo fichaje del Celta, como él mismo reconoce, ha decidido aceptar la oferta celeste para poder contar con más minutos, algo de lo que no ha podido disfrutar en Pamplona por diversos motivos. Oier Sanjurjo sólo ha disputado 24 partidos en los últimos tres años, puesto que estuvo durante gran parte de ese tiempo lesionado de gravedad. El carrilero de Estella se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda en febrero de 2009 y en diciembre del mismo año se fracturó el ligamento lateral interno de su rodilla derecha. Todas estas lesiones lastraron su etapa en Pamplona e impidieron que pudiera gozar de más oportunidades, ya que además competía en el lateral izquierdo con Nacho Monreal. Además, y por si todo esto fuera poco, la desgracia se volvió a cebar con el defensa estellés en febrero de este mismo año, cuando se fracturó los huesos de la nariz.