Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Liga BBVA | Racing

No habrá angustia: ya se aprobó el Concurso

En un alarde de celeridad que devuelve a uno la fe en la justicia, la magistrada Mar Hernández tardó 27 horas en aceptar la petición racinguista de que le fuera aplicada la Ley Concursal y en nombrar los administradores que controlarán la vida del club durante los próximos meses.

<b>LIBERTAD VIGILADA. </b>El presidente verdiblanco seguirá mandando pero la última palabra ya no es suya.

Los 'opinadores', como le gusta decir a Francisco Pernía, tenían (o teníamos) mucha menos fe en la diligencia administrativa de la justicia española que la que ha demostrado merecer el Juzgado de lo Mercantil nº1 de Santander. Un día. 27 horas, para ser más exactos, ha tardado la titular de ese tribunal en estudiar el expediente presentado por el Racing, aceptar el Concurso de Acreedores y nombrar los administradores judiciales. Ya dijo Orwell en 'Rebelión en la granja' que "todos los animales son iguales, pero unos son más iguales que otros". En cualquier caso, esta rapidez es una gran noticia para el Racing ya que la firma de contratos está ya paralizada hasta que los administradores acepten sus cargos, comiéncen a ejercer en la entidad y puedan supervisar, primero, y rubricar, después, cada uno de los fichajes.

Tal y como se esperaba, el Racing y sus asesores legales habían hecho los deberes burocráticos y el expediente pasó sin problemas el filtro. Se esperaba, igualmente, que el puesto de administrador correspondiente a los acreedores se le ofreciera a la Hacienda pública y así ha sido. La única sorpresa es que el administrador por la vía jurídica sea un abogado, Alejandro Alvargonzález, con residencia habitual en Asturias. El economista, Santiago Ruiz, sí que vive en Cantabria.

Siguen.

La jueza explica en el quinto razonamiento jurídico del auto que mantiene 'las facultades de administración y disposición sobre su patrimonio' de los actuales gestores, Pernía y sus consejeros, ya que no advierte riesgos para la sociedad, ni observa ventajas en su destitución. Avisa, eso sí, que sus actuaciones 'quedan sometidas a la intervención de los administradores concursales'. Es decir, el Racing entra en una época de regencia: hay un monarca pero el poder real lo ejerce otra persona. Aquí, tres.