COPA AMÉRICA | BRASIL 2 - PARAGUAY 2
Brasil se encuentra un punto
Discreto partido de Brasil, en el que sigue sin brillar Neymar. Jadson adelantó a Brasil, Santa Cruz y Valdez dieron la vuelta al resultado y Fred consiguió el empate en el último instante.
Brasil no juega bonito, Brasil juega a la ruleta rusa. Y ante Paraguay no quedó moribunda porque Fred salió al rescate cuando ya se había cumplido el tiempo reglamentario. Hasta entonces los de Mano Menezes brindaron un partido insulso donde sólo emergió la figura de Ganso, director de una orquesta que desafinó en el estadio Mario Alberto Kempes. Pato estuvo desaparecido, Neymar corrió por todas las zonas del campo pero no abarcó nada y Alves tuvo un fallo garrafal en el segundo gol de Paraguay.
Los guaraníes, en teoría, son la antítesis de los brasileños. No quieren parafernalias para llegar a la meta rival y su solidaridad y fuerza predomina por encima de todo. Con eso, los de Martino consiguieron poner contra las cuerdas a Brasil gracias a la remontada llevada a cabo por Roque Santa Cruz y Valdez.
Los seguidores que ahora miran con lupa a Neymar por su posible salto a Europa siguen con la mosca detrás de la oreja. El joven futbolista se pasó todo el partido corriendo de arriba abajo en busca del balón. Corría la banda, se ofrecía en defensa y buscaba el medio para ver si desde ahí podía hilvanar con algún compañero, pero no hubo suerte. Siempre tuvo a dos jugadores paraguayos haciendo guardia y fue sustituido por Fred a falta de diez minutos para el final.
Llegaba el momento de enseñar todo ese talento innato que gozan los brasileños si no querían jugárselo todo en el último partido ante Ecuador. La 'canarinha' sigue siendo un escaparate imponente en el mundo del fútbol. Sus jugadores siguen transmitiendo esa alegría con el balón, esa electricidad, pero han perdido otra seña de identidad. Brasil zozobra a la hora de ver puerta y busca a la desesperada un sucesor de Ronaldo. Mano ha confiado ese reto a Pato, que mucho tiene que progresar para parecerse a alguno de los grandes delanteros que ha tenido la pentacampeona.
La confianza que goza Pato parece haberla perdido, por ahora, Robinho. Menezes dio un puñetazo en la mesa y apartó al milanista del once titular para dar entrada a Jadson. La intención de Mano era blindar a Ganso del desgaste físico y dar fluidez a en la salida del balón. Pero Martino lo tenía todo estudiado. Ansia por recuperar el balón aunque para ello tuvieran que adelantar posiciones hasta el campo rival. El centro del campo guaraní, bien plantado, estranguló a Lucas y Ramires y Estigarribia, que se escapaba de todos a base de caños, angustió a la zaga brasileña. Un centro del extremo paraguayo golpeó en la mano de Alves pero el colegiado Wilmar Roldán no la vio.
Si Brasil sólo brilló ante Venezuela durante la primera media hora, hoy tuvo que esperar hasta ese periodo para asomar la cabeza en el estadio Mario Alberto Kempes. Paraguay dio un paso atrás desde el cuarto de hora y la 'canarinha' se desperezó al grito de Ganso. El centrocampista del Santos dejó grandes detalles de calidad buscando siempre la velocidad en el juego, jugando al primer toque y adivinando la posición de Pato en todo momento. Una veloz conexión entre Ganso y Jadson provocó la primera ocasión clara para Brasil pero Pato no supo deshacerse de Justo Villar.
Paraguay se iba desinflando según pasaba los minutos. Lucas Barrios y Santa Cruz ya sólo aparecían para defender, Estigarribia no macheteaba su zona de campo, ahora paraba por el centro, y Vera y Riveros cooperaban con sus centrales para torpedear las contras de la pentacamepona. Aunque la superioridad no era aplastante, los de Mano supieron sacar petróleo de un despiste, de los pocos que tuvieron los guaraníes. Un robo en el centro del campo dejó vendida a la zaga de Paraguay y ahí apareció Jadson, desde la medialuna del área, para soltar un latigazo raso y abrir el casillero de goles del grupo B.
Paraguay sorprende tras el descanso
Ni el vital tanto salvó a Jadson. Mano Menezes le gratificó con la suplencia al inicio del segundo tiempo por Elano. El descanso no lo digirió bien Brasil, que salió mirando de reojo a Paraguay como si desconfiara en exceso de las intenciones de su rival. Porque los albirrojos no salieron enrabietados como hicieron en la primera parte pero un despiste brasileño o un contragolpe podía dar vidilla al partido. Y fue una mezcla de ambos factores. Tras un disparo de Neymar, Estigarribia contraatacó por la izquierda, donde no estaba Alves, y su centró acabó en los pies de Roque Santa Cruz, que batió a placer.
De nuevo la ansiedad. La misma que aturdió a Brasil en los primeros minutos pero con consecuencias devastadoras. Paraguay se vino arriba, siguió arrimando el hombro y enseñaron su potencia y fortaleza. Martino tampoco se achantó y alimentó el fuego con la entrada de Valdez en el lugar de Barrios. No quería oír hablar del empate y su atrevimiento se vio recompensado con la remontada. Marcó Valdez, lo hizo de rebote tras un disparo que repelió Julio Cesar, pero nada de eso hubiera ocurrido si a Dani Alves no le hubiera dado por jugar un balón dentro del área cuando podía despejar.
Era el momento de los grandes jugadores, del talento que rebosa en la selección de Brasil. Buena oportunidad para Neymar por ejemplo. Pero no apareció. Es más fue sustituido a falta de diez minutos por Fred. En el campo quedó Ganso, sin duda el mejor brasileño en el césped de Córdoba. Él solo se inventó un pase en el tiempo cumplido para que Fred, de espaldas, se apuntara un gol que no lavará la imagen de una selección que se ha empeñado en jugar a la ruleta rusa en la Copa América.