Copa América | Mal comienzo de la albiceleste
Messi y Argentina, abucheados
El segundo empate consecutivo de la anfitriona ha acabado con la paciencia de los aficionados argentinos. Messi y el resto del equipo fueron despedidos del estadio de Colón entre insultos y silbidos. Hay un desencanto generalizado con la selección que se presumía favorita para ganar el torneo.
A los aficionados argentinos se les acabó la paciencia. Y tras el segundo empate consecutivo de la selección albiceleste, los hinchas descargaron su rabia contra el seleccionador Sergio Batista y compañía. El equipo fue despedido del estadio de Colón entre insultos y silbidos, en medio de un desencanto generalizado. "Diegoooo, Diegooooo", reclamó la gente como grito de guerra, en referencia a Maradona.
La desilusión se transformó en canción de castigo a cuatro minutos del final. Molestos por el mal funcionamiento de la albiceleste, los espectadores entonaron un unánime e hiriente "jugadores, la concha de su madre, a ver si ponen huevo, que no juegan con nadie". Luego, el fantasma de Maradona se instaló en el Cementerio de los Elefantes y sonó como un latigazo en contra de la silueta de Batista y sus jugadores: "Olé, olé, olé, olé, Dieeeegoooo, Dieeegooo", tronaron las tribunas. Y al cierre del partido se escuchó con furia: "La camiseta argentina, se tiene que transpirar, y si no, no se la pongan, váyanse, no roben más".
En el estreno en La Plata, Argentina comenzó perdiendo 1-0 con Bolivia y logró rescatar un punto con un gol salvador de Agüero. Batista apostó por un solo cambio para la segunda presentación, pero el funcionamiento no varió: el equipo mereció perder ante Colombia. Y excepto un pase exquisito de Messi a Lavezzi en el primer tiempo, todas las ocasiones de peligro fueron a favor del conjunto del Bolillo Gómez. Ahora, con apenas dos puntos sobre seis disputados y un gol convertido en 180 minutos, la selección quedó zambullida en un océano de críticas: la mayoria apunta a Batista y a las suplencias de Agüero y de Pastore.
Tras el partido, la delegación de Batista partió con prisa hacia el aeropuerto de Sauce Viejo y de allí se trasladó a Buenos Aires para cenar y pasar la noche en el predio de la AFA en Ezeiza. Hubo caras tensas y gestos de preocupación. Sobre todo, sobró mucha disconformidad de parte de un cuerpo técnico que tendría decidido hacer cambios contra Costa Rica. "A los jugadores les costó conciliar el sueño, el empate fue un golpe duro", confiaron desde el interior del bunker albiceleste.