Liga BBVA | Barcelona
La Masia cierra tras 33 años de historia
De allí surgieron el último podio del Balón de Oro y el 'tiqui-taca'.
La Masia, la mítica residencia de jugadores del Barcelona, cerró ayer sus puertas tras cerca de 33 años dando a luz a cracks de todas las disciplinas deportivas. La casa, que data del año 1703 y que el ex presidente Núñez convirtió en residencia en 1979, pasará a albergar algunos actos institucionales de la entidad. Los futuros Balones de Oro habrá que buscarlos ahora en el Centro de Formación Oriol Tort, un espacio de más de 6.000 metros cuadrados y cinco plantas ubicado en la Ciudad Deportiva Joan Gamper.
Al acto de ayer, muy sencillo aunque tremendamente emotivo, asistieron el vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu; el directivo responsable del fútbol base, Jordi Mestre; el director de La Masia, Carles Folguera; y el director del fútbol base azulgrana, Guillermo Amor. El acto, a su vez, fue presidido por las 16 copas que el primer equipo de fútbol y las secciones profesionales han logrado en la presente campaña.
La Masia cierra sus puertas, además, en un año histórico. Al margen de esos 16 trofeos mencionados anteriormente, el filial logró la mejor clasificación de su historia en Segunda A (fue tercero), al tiempo que el fútbol base ha batido todos los récords conquistando 19 títulos -14 en categoría masculina y cinco en femenina-. Como no podía ser de otra manera, la intervención más emotiva corrió a cargo de Amor, quien recordó su paso por La Masia: "Llegué en 1980 siendo alevín y desde el primer momento me encantó. No es un día fácil. Para mí nunca ha sido una residencia de futbolistas, sino mi hogar durante ocho años". El resto de directivos presentes en el acto se dedicaron a glosar las virtudes del nuevo Centro de Formación Oriol Tort, que funcionará a pleno rendimiento a mediados de julio.
Fábrica.
La Masia ha sido el hogar del último podio del Balón de Oro y por ella han pasado más de 500 residentes -de los cuales 70 futbolistas jugaron algún partido con el primer equipo-. La Masia cierra, pero su filosofía, el origen del admirado tiqui-taca, perdurará por los siglos de los siglos.