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Liga BBVA | Sevilla

El perfil del delantero tieneun patrón: Uche o Giovani Santos

Debe ser rápido, no muy alto y con gol. No hay prisas

Uche

Al tridente Negredo, Kanouté y Del Moral, que aseguran muchos goles, además de la aportación del canterano Rodri si es que se queda en el Sevilla, habrá que sumarle este verano la incorporación de otro delantero de calidad pero que va a reunir características diferentes a sus compañeros. En principio, Marcelino, fiel a su 4-4-2, pretende cerrar la plantilla con un atacante rápido, no muy alto, que caiga a las bandas y que tenga gol. Ahí aparecen con fuerza los nombres de Ikechukwu Uche y Giovani Dos Santos, dos jugadores a los que el asturiano conoce a la perfección tras su paso por Huelva y Santander. Son buenos, bonitos, pero no baratos. Y ahí es donde se complica la misión.

El Sevilla ya ha dejado claro, en boca del presidente Del Nido, que no hará mucho gasto en ese fichaje y la idea es clara: esperar al máximo hasta encontrar el mirlo blanco. Aunque de momento no hay un jugador preferido, la dirección deportiva del Sevilla está teniendo muy en cuenta los gustos de Marcelino, pero por ahora no está por la labor de desembolsar cinco millones por Uche u ocho por Dos Santos.

También están sobre la mesa los nombres de Valdez (Hércules) o Piatti (Almería), que conocen la Liga y se amoldarían perfectamente al esquema de Marcelino. Pero no se descarta a un delantero de otras ligas si cumple con las características requeridas. Eso sí, de momento en Nervión no se ha dado el paso definitivo.

Opciones

Piatti. Velocidad y calidad. El jugador del Almería ya se la lió al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, Su nombre ha ido perdiendo fuerza, es caro, pero no se descarta.

Valdez. Experiencia y trabajo. Ha aparecido en los últimos días en la órbita del Sevilla y le puede venir muy bien a Marcelino. El paraguayo conoce la Liga y tiene gol.

Giovani Dos Santos. 8 millones: es caro. Se está saliendo con México y su fichaje puede salir muy caro. El Tottenham pide, por ahora, ocho millones. Marcelino confía en él.