"Dejo al Valencia entre los mejores, soy feliz"

Joaquín se marcha dejando huella. Ha sido querido por muchos y odiado por algunos, pero muy respetado por todos. Pocas horas después de oficializarse su traspaso al Málaga, el gaditano cogió un vuelo desde Sevilla, se presentó en Mestalla y se despidió de todo el valencianismo en la que fue su casa estos últimos cinco años. Cumplió su mayor deseo, que no era otro que el de devolver parte del cariño que se encontró en la afición y en los dirigentes ches. Dijo adiós emocionado, por momentos con un nudo en la garganta y con los ojos llorosos, pero lo lidió bien (como él sabe hacer) y volvió a poner esa perpetua sonrisa que trajo a Valencia aquel verano de 2005 y que se marcha ahora hasta La Rosaleda.

El gaditano pone así punto y final a su etapa che porque está convencido de haber cumplido un ciclo. "Llorente tenía la intención de renovarme, aunque no hablamos nunca de dinero. Le dije que había tomado una decisión, que se me presentaba una nueva oportunidad en mi vida y que tiraba a delante". La suya ha sido una decisión macerada durante semanas, pidió opinión a su gente y todos le dijeron que ya era hora de regresar: "Ha sido una decisión difícil, tuve un año muy bueno aquí y ahora me voy a disfrutar del fútbol en un proyecto ilusionante, pero es verdad que el tema familiar ha sido lo más importante en mi decisión. La oferta venía de mi tierra y eso cuenta".

Con Joaquín se marcha el jugador más caro de la historia che (27 millones de euros) y se lleva una parte de esta tierra con sus dos hijas (son valencianas). El '7' se despidió diciendo que es "un privilegiado al haber jugado y al ser capitán aquí". "Soy feliz, me voy con un buen sabor de boca y dejo al Valencia entre los mejores. Siempre traté de ser profesional y sumar". Además, tuvo tiempo de bromear y afirmó que sus compañeros "me han dicho de todo. bueno y malo, pero me han apoyado y me han dicho que me echarán de menos".