La Rojita: mucho más que los 23 futbolistas

Se abren las puertas de la cocina en el hotel Radisson Blu. Dentro, entre los fogones, preparando un lenguado fresco y algo de carne en su punto, emerge la figura sonriente de Javier Arbizu. "Hay buena materia prima por aquí. Sólo hemos tenido que traer el vino y el jamón", dice. Él es quien se encarga de alimentar a los futbolistas españoles en desplazamientos largos como este de Dinamarca. Lleva 20 años haciéndolo y desde entonces sus ojos han visto a la Selección en tres Juegos Olímpicos. Justo lo que puede sellar esta nueva hornada mañana ante Bielorrusia. Justo el objetivo que hace que los futbolistas cuenten con todo tipo de cuidados y atenciones.

Y es que un total de 19 personas acompañan a los 23 jugadores en este camino hacia los Juegos de Londres. Es un grupo extenso, especializado, que configura una delegación más amplia de lo que la propia UEFA determina. De hecho, únicamente habrá 35 medallas para el país que salga victorioso en esta Eurocopa, por lo que siete miembros deberán quedarse sin dicho reconocimiento en caso de que se logre.

Larga lista. Pero eso es lo de menos. La victoria final y el billete olímpico serían suficiente premio para la mayoría. Para todos, en realidad. Los primeros en conducir como se debe a los internacionales españoles son los miembros del cuerpo técnico. Luis Milla, Julen Lopetegui, Miguel Ángel España y Juan Carlos Martínez forman un grupo capaz de tomar una decisión consensuada en torno a un café. Les ayuda a todos ellos el técnico de vídeo, Javier Egido, que prepara imágenes de los rivales para que los jugadores españoles las vean el día previo a los partidos.

No falta tampoco la atención médica y fisioterapeútica. El doctor Jorge Guillén pone su experiencia en temas sanitarios, mientras que Julio Carmona y Eutiquio Gómez usan sus manos para dar masajes revitalizantes a todo aquel futbolista que lo requiera. Para que las cuentas salgan está el secretario, Paco Noguera, y para que la ropa esté limpia los encargados de material, Marino, José y Paco. Tan importantes los unos como los otros. No meten goles, pero ayudan a que sean posibles. El sueño olímpico también es el suyo.