El retraso en la confección del grupo penaliza a Macua

El grupo directivo con el que Fernando García Macua quiere presentarse a la reelección todavía continúa abierto. El ex presidente, que ha tenido más tiempo que nadie para ganarse apoyos porque él y su junta eran los únicos que conocían la fecha de las elecciones, no se mueve con tanta seguridad como ha pretendido ofrecer en las dos únicas apariciones que ha tenido como candidato. El abogado ha hablado en todo momento de formar "un proyecto muy potente", pero a día de hoy tiene más peso la renuncia de socios a los que ha pedido ir en su plancha que la de los que se han incorporado a la misma.

El plazo para presentar candidaturas (y los avales de los socios) finaliza el viernes y su grupo de comunicación no ha puesto fecha para la puesta de largo del equipo directivo, lo que hizo Urrutia el lunes. Es decir, su carrera por los avales supone más un auto de fe que otra cosa puesto que pocos socios de los que firmen 'la papeleta' van a conocer quiénes son los aspirantes a directivo y cuáles son las bases que estructuran el proyecto. En las cocinas de la candidatura del ex presidente son conscientes de que el primer round de estas elecciones, que no es otro que el recuento de avales, les puede colocar en un segundo plano con un número inferior de adhesiones a las de Urrutia.

Pinchar en hueso.

García Macua, hace una semana en la inauguración de su oficina electoral, habló en esa misma clave: "Somos corredores de fondo y las metas volantes que hay en el camino (los avales) servirán de poco si no somos capaces de compartir nuestro proyecto con los socios". Curiosamente, ese mismo día también dijo que habían empezado a recoger firmas más tarde que sus oponentes porque hasta que abandonó la Comisión Gestora habían estado trabajando en "asuntos trascendentes" para el club.

Es el único que de momento ha dejado la gestora, el resto de aspirantes a repetir como directivos continúa en el gobierno del club. La aspiración inicial de su candidatura pasaba por incluir en la misma a gente reconocible en el ámbito social y empresarial de Bizkaia. Así, García Macua intentó reclutar para el puesto a Jon Ortuzar, director del Palacio Euskalduna, del que no ha podido conseguir más apoyo que el de aparecer en la inauguración de la sede electoral. Quizá repita en algún otro acto de campaña. El ex presidente también estuvo detrás de la incorporación del hijo de José Miguel Lanzagorta (su padre fue vicepresidente con Fernando Lamikiz), pero éste renunció a cualquier cargo en la junta.

Así las cosas, las únicas novedades con las que parece seguro que acudirá a las urnas son las de Carlos Katarian (al que el pasado viernes negó en el twitter oficial de su candidatura y tildó su relación a "un rumor"); Cristina Pintor, periodista y directiva de la Federación Vizcaína de Fútbol, y quizá Fernando Elorriaga, que ahora forma parte de la directiva del Lemona, de la que es vicepresidente. No habría que descartar que este grupo aumente con al menos un socio muy vinculado al Real Club Jolaseta.

Y mientras llega el momento, el precandidato 'colgó' en su página web los principios éticos de lo que considera una campaña 'estilo Athletic': diez puntos por la pluralidad, corrección y elegancia.