El Barcelona recela de las pretensiones del Arsenal

Es muy posible que Cesc empiece el verano como gunner y lo termine como culé. Ahora bien, en el Barcelona tienen muy claro que Wenger planteará unas negociaciones al límite en lo económico. O, dicho de otra forma, el Arsenal le hará pagar a Rosell el gusto y las ganas por su capitán. Y eso, en cifras, se traduce en no menos de 40 millones de euros.

Ahora mismo, las cosas están de la siguiente manera. Entre Cesc y el Barça ya hay acuerdo. También lo hay entre el jugador y Wenger. Pero falta lo más complicado: el entente entre clubes. Por más guiños que Cesc haga al conjunto azulgrana -el próximo, probablemente mañana, en Madrid, durante la presentación de unos perfumes-, al Arsenal le sobran los motivos para tensar al máximo la cuerda de las negociaciones. En primer lugar (y quizás el más importante), porque Cesc es una petición expresa de Guardiola que la directiva azulgrana debe satisfacer sí o sí. Son ya dos años tratando, sin éxito, su incorporación. A la tercera debería ir la vencida. En segundo lugar, porque el mediocentro tiene contrato en vigor y el Arsenal no tiene ninguna urgencia que le obligue a vender. Si lo tiene que hacer lo hará por el precio que Wenger quiera. Y Cesc vale, repetimos, alrededor de los 40 kilos.

Agravantes.

Luego hay otras razones, históricas quizás, que llevan a pensar que el club londinense sacará tajada de una posible venta. Cuando traspasó algún jugador al Barça lo hizo por un precio elevado. Overmars y Petit (8.700 millones de pesetas entre ambos) son un claro ejemplo de ello. Finalmente, cabe no olvidar lo inflado que está el mercado inglés. Si por Torres se pagaron 53 millones y por Carroll, 40, la pregunta que se hacen en el Emirates es obvia: ¿cuánto vale Cesc?