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Eurocopa Sub-21 | españa 1 - inglaterra 1

Castigo a la siesta de España

España, con gol de Ander, tuvo el partido controlado ante una gris Inglaterra pero le faltó ambición y profundidad y el equipo inglés empató in extremis y en fuera de juego. Mal partido.

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<strong>WELBECK MARCA EN POSICIÓN ILEGAL.</strong>
WELBECK MARCA EN POSICIÓN ILEGAL.

Fue Welbeck, fue en el minuto 87 y fue en fuera de juego. Un castigo supremo pero en cierto modo merecido. España es más equipo que esta Inglaterra, tiene más estilo y repertorio, más bloque y mejores individualidades. Pero España hizo lo justo, demasiado raspado, para llevarse el partido. Lo dejó vivo, con el marcador abierto, y lo pagó muy caro. Y conviene recordar el valor del partido inaugural en estas grandes competiciones y en este formato de primera fase. Durante más de una hora España estuvo en 'pole position' para la clasificación, ahora se obliga a pelear contra la tremendamente peligrosa República Checa. La siesta ante Inglaterra le salió cara.

Dice Luis Milla que disfrutar en el campo es la mejor forma de poner las victorias a tiro. Apenas fue el caso. La sub-21 ni disfrutó demasiado ni maravilló ni siguió la estela de la mejor versión de la absoluta, la campeona de todo. Pero durante muchos minutos ganaba y allanaba el camino. Al fondo el título y, sobre todo, los Juegos de Londres. Más allá del resultado, España se irá del Herning Stadion con la certeza de que puede y debe dar más de sí. No ganó a una Inglaterra mediocre aunque no sufrió y ese quizá fue el problema: ni sufrió atrás por la exigencia del rival ni sufrió de espíritu para cerrar el triunfo, para liberar su fútbol. Se conformó con el cloroformo y sesteó ante un rival tan tosco como su técnico, Pearce. Un equipo de fútbol directo y choque, de barullo y balón largo. Sin apenas nada de aportación de Sturridge y con su mejor baza en las subidas en estampida de su lateral derecho, Walker. España por su parte sólo enseñó repertorio después de su gol. Antes no hubo nada, mucha presión inglesa y mucha imprecisión española. Inglaterra jugó al gol en acción aislada o a balón parado y España le castigó con la ironía de sus propias armas: forzó un córner en su primer ataque y marcó en el saque de Thiago que Javi Martínez peinó y Ander Herrera remachó en el segundo palo. Estrategia, fuerza y oportunismo: a la inglesa. El gol valió los mejores minutos de España con Mata conectado al partido, Ander combinando con Thiago y Adrián moviéndose bien desde su puesto de '9' falso.

Con el marcador en contra Inglaterra fue lo que se intuía, un equipo incapaz de crear y de quitarle el balón a España. Jugó a seguir vivo y buscar la fortuna y la rozó al borde del descanso, con un centro de Walker que Sturridge remató y De Gea limpió con la punta de los dedos. Fue casi el último susto hasta la recta final. En la segunda parte España dormitó y manejó el balón con Inglaterra mirando. Uno sin más recursos, otro sin más ambición. España tocó y tocó a ver si aparecía la jugada, tuvo seguridad pero poca profundidad. Bojan no arregló nada y finalmente la Selección parecía mucho más fiable que brillante hasta que llegó el castigo: otra subida de Walker, despiste defensivo, remate tras recibir en fuera de juego de Welbeck. En la recta final Inglaterra tuvo más empuje y casi pareció justo un resultado que el equipo británico no mereció pero que España se ganó a pulso porque no supo y casi ni quiso ser todo lo superior que por jerarquía puede ser.

El problema ahora es el peligro y la inseguridad que le acompaña, el riesgo de agarrotamiento y vértigo. Pero hay margen, hay tiempo y sobre todo hay un equipo de posibilidades infinitas pero que esta vez enseñó lo mejor y lo peor que atesora. Resultado: tablas. Superior técnicamente pero condescendiente. Seguro atrás con el eje De Gea - Botía - Javi Martínez pero corto de concentración en el peor momento. Y con la máquina de hacer fútbol en cuarentena. Porque no tiene a Xavi e Inieta, el eterno problema de todos los equipos excepto el Barcelona y la absoluta. Mata demostró galones pero estuvo demasiado intermitente, apenas enseñó nada Jeffren, Ander resultó vitalista en el juego y vital en el gol y Thiago enseñó todo lo bueno y lo malo que tiene como proyecto de gran estrella: conduce con clase pero a veces demasiado, dribla y su visión de juego es excelente aunque a veces arriesga en la misma medida en el balcón del área rival que a pocos metros de su portería. Incluso en un mal día como este todo eso y todo lo que había en el banquillo suena de maravilla, así que toca creer en el lunar y el traspiés (España ante Suiza, Mundial 2010) y toca creer en un equipo que tiene que mantener la calma y jugar como quiere Milla: a la estela de la absoluta y disfrutando. Pero sin siestas inoportunas.