Un virtuoso del balón al que le pierde el carácter

C on apenas 19 años, Neymar ya es uno de los grandes talentos fútbol... Y se venía venir desde hace tiempo. En 2005 estuvo probando con el Madrid con apenas 13 años y su calidad no dejó indiferentes a Ramón Martínez y Alberto Giráldez, responsables de la cantera. "Es el jugador que más nos deslumbró", comentaron en AS en abril de 2010. Tanto que el Madrid cerró un acuerdo con el brasileño, pero la salida de Florentino Pérez frenó todo y no se firmó.

Debutó con el Santos en 2009 y desde entonces se ha ganado el cariño de su hinchada con sus regates imposibles. Su habilidad con el balón es un lujo para el espectador y un desafío a los defensas, aunque no todo es filigrana, también golea. De hecho, fue el máximo artillero (nueve goles) del Sudamericano Sub-20 que conquistó Brasil en enero.

Tras ese dominio casi angelical del balón, Neymar esconde su carácter rebelde, que afecta a su juego. Durante un partido ante el At. Goianense, enfadado por no tirar un penalti, se negó a pasar el balón a sus compañeros y tuvo un enfrentamiento con su entrenador Dorival Santos. El técnico quiso ponerle dos partidos de sanción por indisciplina, el club le sancionó con uno y acabó despidiendo al entrenador.

Ya ha jugado cinco amistosos con Brasil (tres goles) siendo famoso el duelo con Escocia donde le lanzaron un plátano desde la grada y sufrió gritos racistas. Un genio y figura que aspira a ser una estrella del Mundial de 2014...