Amistoso | Venezuela - España
Calor húmedo, Llorente y Valdés en fin de curso
35 grados y Venezuela crecida ante una España de refresco
España despedirá el curso a casi 35 grados, con más de un 70% de humedad y ante una selección venezolana agitadísima por la cercanía de la Copa América, sus cifras de crecimiento y el entusiasmo expansivo del presidente del país, Hugo Chávez, que nos sugiere que temblemos ante el saco de goles que se nos avecina. "Como una broma lo tomamos", dijo ayer Llorente. A broma suena, pero el partido estará empapado en sudor. Venezuela es la única selección sudamericana que jamás estuvo en un Mundial y una de las tres (junto a Ecuador y Chile) que no ganó una Copa América, pero viene recortando distancias. Sumó 22 puntos en la fase de clasificación para el Mundial, su cifra más alta de siempre, aunque no le dio para llegar al evento. Pero en los tres últimos años le ha ganado un partido a Brasil. Y le ha empatado otro, este oficial. Sus estrellas (Miku, Orozco, Arango, el hoy lesionado Rondón) frecuentan ya las grandes ligas europeas y el fútbol le está ganando terreno al béisbol, con menos licencias pero más popular.
En 2007 el país se gastó 900 millones de dólares en organizar una Copa América y, de la mano de Richard Páez, la Vinotinto se hizo competitiva. Pero el técnico del progreso se cansó de las acusaciones de nepotismo por convocar a su hijo y se marchó hace cuatro años. Ahora es César Farías quien mantiene el rumbo correcto.
Al otro lado estará España, que con su festival en Boston desmintió el trastorno bipolar que la empequeñecía en los amistosos. Saldrá con un equipo de refresco que empezará en Valdés y acabará en Llorente. El meta ha tenido hasta ahora tres ratitos, poco para evaluarle. Llorente tampoco ha jugado mucho pero echa la puerta abajo: en quince partidos, todos incompletos menos uno, ha marcado siete goles. A Torres le tenía rodilla en tierra, pero ahora es Negredo quien le aprieta. El partido está hecho para él y para los reclutas: volverá a tener minutos Borja y debutará Manu.
35.000 espectadores llenarán el estadio Anzoátegui de Puerto La Cruz, el campo estará seco y el público excitado (la Guardia Nacional sufrió para contener a los hinchas que suplicaban autógrafos a los jugadores españoles). No nos regalarán la nota del examen final.