Las deudas imposibilitan el acuerdo de AFE y LFP

El impago a los jugadores sigue provocando grandes diferencias entre clubes y futbolistas. Ayer, volvieron a reunirse la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) para negociar un nuevo Convenio Colectivo que se antoja muy lejano.

El próximo lunes habrá Asamblea de la AFE y si no hay garantía de cobro la intención es que la Liga no comience el 21 de agosto. La próxima semana, y tras la decisión que adopten los jugadores, volverán a reunirse las dos partes para intentar encontrar una solución.

En las diferentes propuestas que presentaron AFE y LFP se comprobó rápidamente que el asunto más preocupante era el económico. Se llegó a hablar de pasada de crear un Fondo de Garantía Salarial de manera independiente al Convenio, pero no hubo consenso y tampoco Rubiales estaba contento con las Leyes Concursales, la última del Hércules, que va a ser contestada en las próximas horas por el sindicato.

Hasta el 30 de junio tienen los jugadores de plazo para presentar sus denuncias. En la AFE hay denuncias de la pasada temporada que no van a admitir, aunque van a negociar para evitar tener que adoptar la medida de la huelga.

No a las Concursales y apoyar las tesis de UEFA

José Luis Rubiales, presidente de la AFE, ya le comunicó el pasado sábado en Wembley a Albert Soler, secretario de Estado para el Deporte, su oposición sobre el recurso de los clubes profesionales de acogerse a las leyes concursales para salvar sus problemas con las deudas. Le indicó que cuenta con el visto bueno de PSOE y PP en el Congreso de los Diputados para acabar con esta posibilidad .Por otro lado, la AFE no vería con malos ojos la idea de la LFP de imponer este año la normativa del Juego Limpio Financiero de la UEFA, pero con la máxima severidad. En definitiva, mantener que los que tengan deudas no puedan jugar en competición profesional la próxima campaña. El problema es que los clubes entienden que habría que dejar un periodo de aclimatación, que los jugadores no están dispuestos a consentir. La Ley del Deporte Profesional al final no podrá ser aprobada durante la legislatura del gobierno de Zapatero.