José Ángel, el único que acabó ileso

José Ángel es el único jugador del Sporting que no estuvo de baja en toda la temporada. El lateral de Roces no tuvo ninguna lesión y sólo se perdió algún entrenamiento por sus incorporaciones a la selección Sub-21.

El portero Juan Pablo, los centrales Iván Hernández y Gregory y el centrocampista Eguren libraron el parte médico durante la temporada liguera, sin que hayan perdido algún partido. El guardameta sólo dejó de entrenar un día, por una afección de faringe. Los centrales sólo pararon en la pretemporada. El madrileño tuvo una sobrecarga que lo mantuvo en paro tres días al principio de la pretemporada y el francés sufrió una contractura que le impidió jugar el Trofeo Colombino. El uruguayo sólo se perdió un entrenamiento por un proceso vírico.

Tampoco Lora se perdió partidos oficiales, aunque en enero tuvo tres días de parón por un golpe en una tibia. Los delanteros Barral y Sangoy sólo se perdieron menos de una semana de trabajo, por leves molestias musculares.

El jugador con más lesiones fue Diego Castro, quien en la pretemporada tuvo que parar cuatro días por una tendinitis de pata de ganso. Posteriormente sufrió dos roturas de fibras y dos contracturas. El portero Cuéllar tuvo dos roturas de fibras, que lo apartaron del equipo tres meses.

Otros jugadores que se vieron afectados por lesiones musculares son Carmelo, con varias sobrecargas y una rotura de fibras que lo apartaron de los entrenamientos 50 días, y Ayoze, quien acusó el cambio de estilo en los entrenamientos con una rotura de fibras que le afectó en la primera fase de la pretemporada, con dos esguinces y una contusión, que lo tuvieran de baja 52 días. Novo, otro de los jugadores que se incorporaron en la campaña recién finalizada, también acusó el fuerte ritmo de la preparación física en el Sporting ya en la pretemporada, pero en plena competición tuvo una rotura de fibras y varias contracturas que lo dejaron en paro más de un mes.

Canella y Luis Morán también tuvieron presencia en el parte de bajas. El lavianés tuvo una sobrecarga con una recaída, por querer apurar la recuperación, más una fisura de dos costillas, mientras que el luanquín sufrió cuatro contratiempos musculares.

En suma, todas las lesiones fueron musculares y ninguna requirió cirugía.