La Policía teme que el triunfo culé choque con los 'indignados'

La posible victoria del Barça en la final de hoy y la protesta que los indignados están llevando a cabo en la plaza de Catalunya de Barcelona llevó ayer a Felip Puig, consejero de Interior de la Generalitat, a tomar la decisión de desalojar y limpiar la plaza para "garantizar la higiene, la salud y la seguridad" en la plaza. La operación comenzó a las 6:50 de la mañana, cuando unos 200 agentes de los Mossos d'Esquadra irrumpieron en la plaza con la misión de retirar los objetos contundentes y arrojadizos como medida preventiva de cara a la posible fi esta de hoy en Canaletas. El desalojo sorprendió a los aproximadamente 450 acampados que había a esa hora en la plaza. Ante la resistencia al desalojo, se produjeron varios enfrentamientos con los policías, cuyo saldo fue de 121 heridos, 37 agentes y 81 indignados.

Poco antes de las 13:00 horas las brigadas de la limpieza municipal retiraron las últimas tiendas, pero cuando los policías se fueron, entre 3.000 y 4.000 personas regresaron a la plaza, ya limpia y vacía, sin tiendas, ni ordenadores ni bombonas de gas. Ya por la noche, los miles de concentrados, muchos con las manos blancas para denunciar la contundencia empleada por la Policía en el desalojo, se organizaron y reconstruyeron el campamento en tiempo récord.