Liga BBVA | Levante 1 - Zaragoza 2
Gabi recubre de belleza una supervivencia épica
Dos golazos de su capitán dejan al Zaragoza en Primera
Dos golazos de Gabi mantienen al Zaragoza en Primera. El resumen es tan escueto como suficiente. Era el equipo más amenazado, pero limitó su sufrimiento. Muchas historias condujeron a este final en Valencia, todas redimidas por una noche de victoria cocinada en la torrencial pasión de la hinchada aragonesa, que llenó el estadio granota. El sostén procurado por su gente inspiró al Zaragoza y enmarcó en una jornada memorable la última escena de la Liga.
El Levante fue un actor secundario, acordonado por el empuje aragonés. Si alguien encontró indicios para armar una sospecha, Munúa los negó con un catálogo de paradas dignas de mejor causa. El meta uruguayo sacó no menos de cuatro goles. Más de la mitad del tiempo se jugó en el área del Levante, recogido alrededor de Munúa. Esa dinámica provocó un parte completo de dramáticas ocasiones: dos goles anulados por fuera de juego a Boutahar y Uche, una caída de Diogo en la línea de fondo, un larguero y las atajadas de Munúa. Cuando el Levante disparó por primera vez, había pasado la hora de juego: Leo Franco desechó un remate largo de Wellington. A diez minutos del final, en un tiro libre frontal, Stuani peinaría a gol.
Superación. No hubo más noticias del Levante. El Zaragoza vivió en esos diez minutos finales un relativo temblor, pero estaba a salvo. El par de hermosuras de Gabi remataron su épica temporada. Épica no sólo por la emocionante exhibición de compromiso, sino por el peso incontestable de sus once tantos en la suerte del equipo. La historia de este Zaragoza sólo la explica el inquebrantable afán de superación, un instinto de supervivencia elevado por encima de la escasez futbolística, la incertidumbre institucional y la fractura social. La penosa campaña por la salvación ha terminado haciendo de pegamento de las voluntades. Pero si queda un nombre sujeto en el aire de nueve meses de sufrimiento, es el de Gabi. Pocas veces un brazalete habrá provocado el efecto multiplicador que ha tenido en Gabi la banda con la enseña de Aragón. Su figura resume la historia de este equipo. El epílogo lo corona.
El héroe salió a hombros
Los dos goles de Gabi y su partidazo, más toda su temporada, fueron reconocidos también por los propios compañeros, quien en un espontáneo homenaje lo subieron en hombros al final del encuentro. El capitán del Zaragoza ha encarnado el éxito de una sufrida permanencia.