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El Gromsvoetn, un peligro para el viaje del Barcelona
Podría provocar problemas en Inglaterra y el norte de España a partir del próximo jueves. El año pasado, el Eyjafjalla ya obligó al equipo azulgrana a viajar en autobús para jugar ante el Inter.
El volcán Grimsvoetn, el más activo de Islandia, entró en erupción el pasado sábado y ha hecho revivir la pesadilla del Eyjafjalla, cuya nube de cenizas obligó a cerrar el espacio aéreo de casi toda Europa el pasado año a lo que siguió un caos pocas veces visto en las comunicaciones de todo el mundo La Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol) ya ha avanzado el cierre del espacio aéreo islandés. Y el martes, si se mantienen las condiciones meteorológicas previstas y la intensidad de la erupción volcánica, podría verse ya afectado el espacio aéreo de Escocia. En esa misma progresión, a partir del jueves podrían llegar los problemas serios para el resto del Reino Unido, el oeste de Francia e incluso el norte de España.
La erupción del Eyjafjalla obligó a anular más de 100.000 vuelos en una medida que afectó a más de ocho millones de viajeros, entre ellos los jugadores del Barcelona, que no pudieron viajar en avión a Milán para disputar la ida de semifinales de la Champions League ante el Inter de Mourinho. Entonces el Barcelona tuvo que hacer un viaje de más de diez horas y más de mil kilómetros en autobús. Aquella epopeya acabó en una derrota (3-1) que el Barça no pudo voltear en la vuelta (1-0) y quedó así fuera de la final de la Champions League disputada en el Bernabéu.
Ahora, con la erupción del Grimsvoetn vuelve el peligro para el Barcelona, que disputa el sábado la final de la Champions en el estadio de Wembley, en Londres, ante el Manchester United. Si realmente hay problemas en los aeropuertos europeos a medida que avance la semana, el Barcelona tendría que buscar alternativas para desplazarse a las Islas, en un viaje que podría durar más de 15 horas y alargarse por más de 1500 kilómetros. Pero el problema además de a los jugadores, afectaría también a la caravana de aficionados del equipo azulgrana, que tienen previsto desplazarse en masa a Londres para presenciar la final y que se encontrarían con un problema muy serio en caso de que realmente las comunicaciones aéreas se vean afectadas por este nuevo volcán islandés.