LIGA BBVA | REAL SOCIEDAD 1 - GETAFE 1
Pacto de caballeros
El Getafe comenzó adelantándose en el marcador con un gol de Cata. En la segunda mitad Sutil empató de cabeza. Las derrotas de Depor y Mallorca hicieron buenas las tablas en Anoeta.
Para los aficionados de la Real Sociedad y del Getafe, la noche era de transistores, o de combinaciones de resultados repletas de sadismo. Esos caprichosos e implacables números decían que de las 243 combinaciones posibles en la lucha por la salvación, 40 ponían al Geta en Segunda y sólo ocho a la Real.
Pero probablemente, ninguno de los protagonistas de este fatídico encuentro había hecho cuentas en su casa, nadie se había puesto las gafas de cerca para hacer numeritos ni quería saber nada de ecuaciones imposibles... entre ellos Cata Díaz y Paco Sutil, que fueron los protagonistas goleadores de todo un pacto de caballeros: el empate, con el paso de los minutos, supo a gloria.
15.000 banderas de la Real Sociedad ondeaban en Anoeta, lo que quería decir que el ejército txuri-urdin estaba preparado para la contienda. Pronto llegó la primera ocasión de la Real, tras un buen centro de Carlos Martínez que Tamudo remató a bocajarro, pero a las manos de Ustari. Fue solo un espejismo, ya que durante buena parte de la primera mitad fue el Getafe quien llevó las riendas del partido. De hecho, no se tuvo que esperar mucho para el éxtasis azulón. Corría el minuto 9 y Albín, que jugaba su último partido con el Getafe, lanzó con precisión una falta que fue a parar a las botas de... ¡Cata Díaz! El argentino sólo había marcado 2 goles en todo su periplo getafense, pero sin duda, el de esta noche le condujo al olimpo balompédico.
La dinámica de los primero 45 minutos fue sencilla. La Real Sociedad tenía poco el balón, generaba poco fútbol en la medular -Aramburu y Rivas- y no empujaba mucho por las bandas... hasta que apareció el exquisito Xabi Prieto, que torturaba poco a poco a Marcano con su zigzagueo. Para contrarrestar el peligro realista por banda derecha, otro de los hombres del partido fue el ghanés Boateng, implacable al corte como falso tercer central.
Con el francés Griezmann casi desaparecido, poca pólvora más le quedaba a la Real, que además estaba teniendo serios problemas para contener las contras que montaban a toda velocidad Manu del Moral y Albín. A pesar de todo, la ocasión de los de Lasarte llegó en el minuto 38. Gran remate de Demidov a la salida de un córner y magnífica respuesta de Ustari.
La Real Sociedad comenzó con cierta inquietud y desasosiego la segunda mitad. Las ondas decían que el Deportivo iba perdiendo y valía perder, pero eso no se estila en San Sebastián. Así que los de Lasarte se enchufaron poco a poco, con la entrada del andaluz Sutil sustituyendo a Zurutuza, que dio más aire a la banda izquierda.
En el Getafe, Boateng seguía haciendo de las suyas, osea destruyendo ocasiones realistas, frustrando contragolpes y desplegando un poderío físico casi mitológico. Con esta situación, la Real Sociedad se encomendó más que nunca a Xabi Prieto. Así se llegó al minuto 66, momento en el que una falta lanzada con maestría por Prieto acabó siendo rematada por Paco Sutil, un jienense en San Sebastián -antes en Eibar- que terminó de rubricar un pacto en el que casi nadie pensaba antes del encuentro: la derrota del Deportivo y del Mallorca hacía mágico el empate en Anoeta.
Durante la última media hora, probablemente lo más interesante dentro del terreno de juego era estar atento a las noticias de la radio que llegaban desde los banquillos. Y para despedir a un viejo rockero, Diego Rivas, que salió ovacionado del terreno de juego. Se había terminado la batalla, se dejaban atrás los sufrimientos y las cuentas de la vieja. Real Sociedad y Getafe seguían en primera.