Una fiesta antes de Wembley

El Barcelona se pegó la última fiesta antes de la gran cita de Wembley. Sin desplegar su mejor fútbol y con un equipo lleno de canteranos, el Barça se llevó el último partido de Liga ante un Málaga incisivo en la presión y con ganas de brindar el último triunfo a su afición. Parecía que todo iba por buen camino pero a falta de veinte minutos Guardiola metió a Alves, Mascherano y Pedro y el equipo azulgrana volteó el marcador.

El partido de La Rosaleda era un mero trámite para ambos conjuntos. El Málaga hizo los deberes antes de tiempo y el Barcelona se embolsó el título de la regularidad hace dos jornadas. Con los cinco sentidos puestos en Wembley, Guardiola se vio obligado a poner en liza un once rebosante de canteranos. Jugadores como Bartra, Fontás y Sergi Roberto tuvieron la oportunidad de encandilar a Guardiola. Y la verdad es que no defraudaron. Fontás se pegó a Sergi Roberto y Thiago para emular el tridente formado por Busquets, Xavi e Iniesta (salvando las distancias) con el toque como única forma de expresión. Baltra se mostró osado a la hora de salir con el balón y ya sabe lo que es marcar con el primer equipo.

Otro aliciente era comprobar el estado físico de Abidal siete días antes de la final de Liga de Campeones. El francés estuvo serio en defensa y su velocidad se va asemejando poco a poco a la que tenía antes de la lesión.

El Málaga sólo se mostró manso a la hora de hacer el pasillo al campeón. Después se transformó en un equipo asfixiante provocando dificultades en la salida del balón. El hecho de poder acabar entre los diez primeros conectó al equipo malagueño y ellos avisaron primero. Duda y Eliseu probaron fortuna desde la lejanía pero no hubo suerte.

Con el paso de los minutos parecía que ese ímpetu se apagaba. El Barcelona consiguió avanzar metros y en alguna ocasión merodeó el área rival aunque se desconectaba cuando el balón llegaba a los atacantes. Jeffren también lo intentó en cada lanzamiento de falta. El venezolano pudo abrir el marcador con un trallazo lejano pero Caballero se jugó los dedos para despejar a córner. Y cuando el Barça mostraba su mejor aspecto llegó el gol del Málaga. Seba Fernández aprovechó una gran dejada atrás de Maresca para batir a Pinto.

El Barcelona se recuperó del golpe en el mejor momento. Unos minutos después de que Juanmi tuviera el segundo tanto en sus botas, Bojan fue zancadilleado dentro del área por Eliseu y Clos Gómez ni se lo pensó. El capitán azulgrana se encargó de transformar la pena máxima.

Ambos equipos dejaron el mal rollo provocado por el penalti en los vestuarios. El Barcelona seguía teniendo la posesión del balón pero el Málaga contrarrestaba con el atrevimiento de Eliseu y Gámez desde los flancos y las numerosas carreras de sus centrocampistas para lapidar la creación azulgrana. Los malagueños rozaron el segundo tanto en una de esas internadas. Gámez cazó un balón en el costado diestro y la colgó al área donde apareció Maresca para cabecear ligeramente desviado.

El Barcelona acaba la temporada con remontada

A falta de veinte minutos para el final, Guardiola movió el banquillo para dar minutos a algunos de sus titulares. La entrada de Alvés, Mascherano y Pedro no trajo ese fútbol deslumbrante pero sí la reacción. Con ellos el Barça abrió el campo, subió un punto la velocidad de las transiciones y encima se encontró con goles. Dos goles balsámicos para Afellay y Baltra. El holandés recortó al borde del área y chutó raso y colocado sobre la meta de Caballero. El canterano Marc Bartra se sumó a la fiesta al aprovechar un saque de esquina y la pasividad malacitana. Entonces Pellegrini decidió premiar a sus jugadores en los últimos minutos del encuentro. Apoño y Duda recibieron el cariño de la grada y Arnau pudo despedirse de su afición tras diez años en las filas del Málaga.