Ha gastado en sólo dos años 550 millones

El jeque Mansour bin Zayed, dueño del Manchester City, sigue dando pasos de gigante para convertir a su club en uno de los mejores del mundo. Hace unos meses presentó pérdidas de 140 millones en el ejercicio 09-10, debido a la compra de futbolistas de elite y al aumento salarial: el club ingresó en ese periodo un 40% más respecto al año anterior, pero el gasto en sueldos es de 150 millones de euros y eso deja al club todavía en alarmantes números rojos, muy lejos del fair play financiero al que aspira la UEFA. Solamente el Chelsea gasta más en ese apartado. "Es parte del plan", sigue diciendo el director ejecutivo del club, Garry Cook.

Hace dos años que Mansour, heredero de la familia real de Abu Dhabi y cabeza visible del Abu Dhabi United Group, compró el City y adquirió a Robinho por 42 millones al contado. Desde entonces ha gastado 550 millones en fichajes, sueldos e infraestructura, incluidos 132 en la compra este verano de Touré, James Milner, Jerome Boateng y David Silva. El club, desde su llegada, ha vendido sólo por valor de 34 millones. Pero esto va en serio: el trabajo de verdad se está poniendo alejado de los focos. Doce millones para infraestructuras de los aficionados (mejor cerveza de barril por ejemplo, chefs de categoría que proporcionan la comida), 5,5 para mejorar los campos de entrenamiento y 4,5 para la cantera.

El City acaba de ganar la Copa y conseguirá acceso automático a la fase de grupos de la Champions si gana al Bolton el domingo. Dependiendo de lo que haga Tévez, que no tiene claro continuar, el club quiere hacer un par de adquisiciones este verano e insistirá hasta el final con Cristiano Ronaldo. Se venderán diez futbolistas con los que se espera recaudar 60 millones de euros.