Mel confía en la ilusión de los que logren subir

Lágrimas de ascenso, lágrimas del patrón del barco que ha arribado al puerto que el beticismo deseaba, Primera. Le caían por la cara a Pepe Mel antes de dedicarle la gesta a los que han corrido bajo su mando, un vestuario de hombres a los que el entrenador madrileño desea darles una oportunidad de categoría. "Se la merecen. El 90 por ciento de ellos deben ser la base del equipo del año que viene". No brindó al sol Pepe. Entre 14 y 15 jugadores seguirán la próxima campaña con casi total seguridad. No hay dinero para más de siete u ocho fichajes a lo sumo... Mel quiere premiar el esfuerzo, por un lado, y aprovechar la ilusión de muchos jugadores que aún no conocen o no han acabado de triunfar en la máxima categoría: del primer caso, Dorado, Molina, Beñat, Ezequiel o Salva. Del segundo, Castro, Iriney, Momo, Nacho... El propio Mel apenas pudo entrenar unos cuantos partidos en Primera, precisamente en Tenerife. Tras unas semanas de máximo nerviosismo, el técnico ya sabe que volverá.

"Cuando la grada canta "Pepe Mel lo que hace es felicitar a mis jugadores. El técnico está en manos de ellos", dijo el madrileño visiblemente emocionado, minutos después de que se consumara el ascenso virtual de su Betis. La fiesta que se vivió y la que se espera, mucho mayor, tendrá para muchos más motivo que el de ascender: poder jugar en Primera.